Un juez ordenó que Etchecolatz vuelva a la cárcel de Ezeiza

La Justicia platense le ordenó hoy al Servicio Penitenciario Federal que disponga el reingreso de Miguel Osvaldo Etchecolatz al penal de Ezeiza, donde estaba alojado antes de que se lo trasladara a una clínica en Lomas de Zamora. La decisión la tomó el juez Ernesto Kreplak al informar en su resolución que el represor levantó su huelga de hambre.

Según escribió el magistrado, Etchecolatz "ingiere alimentos espontáneamente, se encuentra sin signos actuales de deshidratación y en condiciones de ser trasladado, (por lo que) corresponde disponer su reincorporación a la unidad carcelaria donde se encontraba detenido previamente a su traslado a ese nosocomio".

El ex mano derecha de Ramón Camps en la Policía Bonaerense durante la última dictadura cívico-militar estaba en huelga de hambre desde el 26 de julio, cuatro días después de que el Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata decidiera que podía irse a su casa en el Bosque Peralta Ramos de Mar del Plata por una de las causas en las que ya tenía sentencia, consignó el portal Política Argentina.

En declaraciones formuladas a ese portal, la abogada Guadalupe Godoy dijo que el hecho de que el represor levantara su huelga de hambre "refuerza la sospecha de la complicidad de los médicos del SPF”. A su vez, dijo que el genocida “tiene capacidad para engañar a la justicia, lo cual debería ser tomado en cuenta por los jueces que le otorgan la prisión domiciliaria por cuestiones humanitarias”.

Semanas atrás, Kreplak le negó ese beneficio a Etchecolatz por tres causas que todavía están en instrucción, pero el viernes pasado el TOF 1 consintió la domiciliaria en otras dos causas y aún le queda pendiente un incidente para resolver. No obstante, tendrá que postergar ese debate hasta que se resuelva la recusación planteada por el colectivo Justicia YA! contra el juez Alejandro Esmoris.

La semana pasada, abogados de organismos de derechos humanos habían planteado que médicos penitenciarios podrían haber “falseado datos” del peso de Etchecolatz a la hora de iniciar la huelga de hambre. Según advirtieron, el represor pesaba 67 kilos el 20 de abril pero que había subido a 73 el 26 de julio, cuando se declaró en huelga.

Los organismos también remarcaron que hubo presentaciones espontáneas de médicos del SPF en la causa tendientes a favorecer que Etchecolatz obtuviera el beneficio de la cárcel domiciliaria.