- Entrevistas
- 23.05.2018
LA VOZ DE LOS INTENDENTES
Héctor Gay: "Vamos hacia un escenario de menos gradualismo"
En una entrevista exclusiva con Nueva BA, el intendente de Bahía Blanca analizó el escenario económico tras la corrida cambiaria y el acuerdo con el FMI. Admitió que el ajuste "ralentizará" la obra pública en la Provincia. La preocupación por el desfinanciamiento de los municipios tras la quita de tasas. La caída de Vidal en las encuestas y la posibilidad de ir por la reelección.
Por Mauro Castro
"Todos, empezando por la política, tenemos que hacer un ajuste necesario", dice Héctor Gay. En plena turbulencia por la corrida cambiaria y la incertidumbre frente al regreso del Fondo Monetario Internacional a la Argentina, el intendente de Bahía Blanca sale a bancar el modelo de Mauricio Macri y afirma que el país va hacia "un proceso de normalización" económica. "Soy cautamente optimista", dice.
En una entrevista exclusiva con Nueva BA, el jefe comunal que desde 2015 gobierna uno de los municipios más grandes del interior bonaerense habla sobre el impacto del ajuste en la Provincia y en la ciudad y analiza el proyecto del Ejecutivo para eliminar tasas municipales en las facturas de servicios públicos. "Los municipios están ajustados y eso preocupa a oficialistas y opositores", reconoce.
También opina sobre Vidal, las encuestas y la posibilidad de ir por un segundo mandato en 2019.
—¿Cómo ve el escenario económico tras la suba del dólar y el inicio de las negociaciones con el Fondo?
—Vamos hacia un camino de normalización en los próximos días; hoy ya se está viendo con la baja del dólar. Tenemos que cumplir con las pautas que prometimos. No se puede convivir con un déficit fiscal como el que tiene la Argentina. Durante muchísimo tiempo hicimos promesas respecto de que hay que eliminarlo o achicarlo al máximo posible como el resto de los países y por una razón o por otra no lo hemos hecho. Esta situación es la base de los desequilibrios que nos llevan a situaciones de tensión como las que hemos tenido. Ahora vamos hacia un escenario de mayor pragmatismo y de menos gradualismo en donde seguramente todos, empezando por la política, tendremos que hacer un necesario ajuste para eliminar los gastos superfluos y llegar al momento en que no tengamos que depender permanentemente del sector externo para poder cerrar las cuentas.
Soy cautamente optimista respecto del futuro, porque a diferencia de otras oportunidades esta situación nos toca con una economía en crecimiento. La economía creció en los últimos dos años, pero tenemos que eliminar los dos flagelos que tiene la Argentina si queremos ser un país serio: uno es el déficit fiscal y el otro es la inflación. Y están íntimamente ligados. Viene seguramente un momento de mayor esfuerzo y sacrificio pero claramente tenemos que eliminar esos desmadres de la economía.
—¿Cómo impactará en la Provincia esta nueva etapa de ajuste?
—Seguramente se notará alguna ralentización de las obras públicas. Las obras fueron una característica del gobierno de Vidal. Veníamos de una época de una gran demanda contenida: 2014 y 2015 fueron años de poca obra pública en la Provincia. Y hoy estamos viendo un ritmo importante, sobre todo en rutas y en obras hídricas. Es posible que haya alguna afectación, no porque las obras vayan a detenerse, sino porque se harán en un tiempo más amplio. Y en la función pública vamos hacia un momento en donde tanto la Provincia como los municipios tenemos que asumir los compromiso fijados en el Pacto Fiscal: por ejemplo, no seguir incrementando la planta de empleados, que en muchos casos está desfasada. Se trata de recortar los privilegios.
"Seguramente vendrá un momento de mayor esfuerzo y sacrificio, pero hay que eliminar los desmadres de la economía".
—Días atrás se reunió con el Ministro de Infraestructura bonaerense para analizar el impacto que tendrá en el municipio el ajuste en la obra pública. ¿Qué balance hace de ese encuentro?
—Fue básicamente para ponernos al día respecto de la continuidad de las obras que están comprometidas en Bahía Blanca. Tenemos muchas obras cerca de finalizar y siempre está el temor de que se paralicen o no lleguen los fondos. Queríamos tener la certeza de que las obra que están en marcha y los compromisos de pago no se van a paralizar. Los municipios no estamos en condiciones de asumir compromisos que deberían haber asumido Nación o Provincia y que representan montos que superan la capacidad de los distritos. Evaluamos cada una de las obras y nos vinimos con la tranquilidad de que lo que está en marcha se va a respetar.
—¿Cómo ve la discusión sobre la cuestión tarifaria en la Provincia?
—Acá en Bahía Blanca removimos un impuesto de tres por ciento en la factura de gas. Era un fondo de tres por ciento que se destinaba a obras para los sectores más vulnerables. Fue una manera de responder a lo que se había pedido desde Nación y Provincia. Para nosotros eso significa un ajuste de seis o siete millones de pesos anuales que tendremos que buscar por otro lado. Además, ese tres por ciento se eleva casi al 10 por ciento porque la Provincia eliminó alrededor del seis por ciento de impuestos provinciales en el gas, con lo cual va a haber una morigeración importante desde el punto de vista impositivo en las facturas.
Gay junto a Vidal en una recorrida por Bahía Blanca.
Sobre el proyecto para quitar impuestos provinciales de las facturas, nuestra postura es acompañar, pero también somos conscientes de que vamos a dejar de percibir un monto que todavía no hemos evaluado pero que es importante. Por eso pedimos ver de qué manera se va a compensar a los municipios. Vidal firmó en las últimas semanas la resolución para duplicar los fondos derivados de los juegos de azar. Eso es un paliativo, sobre todo en el caso de los 32 municipios que tenemos bingos instalados; va a representar un ingreso importante, pero todavía no cubre lo que eventualmente se sacaría. Eso es una preocupación tanto en distritos peronistas como oficialistas porque en muchos casos hay fondos que no se recuperan y en general los municipios están todos ajustados. El primer paso es esta duplicación de los ingresos por el juego, pero por el momento es insuficiente.
—La inseguridad es otro de los temas calientes en la Provincia. En 2016 usted pidió la llegada de fuerzas federales al municipio. ¿Cómo está hoy la situación en Bahía Blanca?
—El tema de la inseguridad es el que más nos preocupa. Bahía tiene algunas características propias de ciudades del Conurbano. Si bien no tenemos los índices de esa región, el delito ha crecido en los últimos diez o quince años de forma ostensible. Uno de los temas que nos preocupa es el de la droga. Buena parte del aumento del delito tiene que ver con las adicciones y el consumo de estupefacientes. Hay trabajo conjunto con la Provincia, la Municipalidad ha colaborado mucho en recursos, pero queda mucho por hacer. Estamos dotando de recursos a las comisarías y también inauguramos un refugio para las víctimas de violencia de género, que es otro delito que creció en los últimos tiempos. Pero claramente todo esto no es suficiente para bajar drásticamente los niveles de inseguridad. Otras preocupaciones se solucionan con más dinero; no es el caso de la inseguridad, donde se ha invertido mucho, porque responde a otros factores.
—Tras los últimos casos de inseguridad en el GBA, intendentes y legisladores del PJ pidieron el traspaso de la Policía Local a los municipios. ¿Qué opina de esa iniciativa?
—Hay distintas realidades. Nosotros tenemos un control bastante importante sobre la fuerza. No abonamos los sueldos, pero tenemos la Escuela de Policía Local y una red de destacamentos móviles para complementar la tarea de las comisarías. Eso lo manejamos con la Policía Local; tenemos bastante injerencia en el manejo de la fuerza. Con el Ministerio de Seguridad y con la Policía de la Provincia tenemos un muy buen ida y vuelta que nos ha permitido trabajar con la Policía Local de una buena forma. Después hay algunas cuestiones que no están del todo resueltas; por ejemplo, el tema del escalafón: el que ingresa a la Local no tiene las mismas perspectivas que el que llega a la Bonaerense en cuanto a los ascensos y demás. Esa es una cuestión a resolver.
"La tarea de gobernar el municipio es muy desgastante. Llegado el momento veré si voy por la reelección".
—¿Cómo la ve a Vidal? Algunas encuestas revelaron una caída en su imagen por las medidas de Macri.
—El tema de las encuestas es relativo. Obviamente no hay que dejar de tener en cuenta que es un momento complicado de la economía, donde mucha gente se queja de las tarifas y hay reacomodamientos importantes. A la Gobernadora la veo muy sólida, muy convencida de su programa de trabajo y de su lucha contra las mafias. Es lógico que los vaivenes de la macro-economía que no maneja la Gobernadora la puedan afectar en determinado momento, pero, sinceramente, hoy no veo a otra figura que se le acerque en posibilidades.
—¿Le gustaría que fuera por la reelección?
—Es muy temprano para hablar de esas cuestiones, más allá de que el Presidente lo haya hecho en algún momento. Falta un año y medio y en Argentina es mucho tiempo. Empezar a plantear este tema de campaña hoy es ofensivo para la gente que está esperando que se le solucionen los problemas. Vidal tiene muchas chances, es una persona joven que tiene todavía muchas posibilidades políticas. Su horizonte es prometedor. Más allá de esos números que indican alguna baja sigue siendo hoy la personalidad política con mayor aceptación en la sociedad argentina.
—¿Y a usted le gustaría ir por otro mandato en la ciudad?
—La tarea en el municipio es muy desgastante. Llegado el momento lo pensaré detenidamente. Es una tarea complicada, pero también uno responde a un programa y a un equipo de gobierno y se verá qué es lo mejor. Insisto en que es absolutamente temprano. Creo que recién a fin de año o a principios de 2019 se va a evaluar con seriedad cuál es el camino a seguir. Pero hoy la realidad ni siquiera da tiempo como para apuntar en esa cuestión.
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