Memoria, Verdad y Justicia

Abogados y familiares de represores también se entusiasman con un cambio

Una entidad que busca paralizar los juicios a los genocidas se mostró entusiasmada con los "vientos de cambio" en la política nacional y afirmó de cara a la segunda vuelta que "estamos ante la batalla final".

Abogados y familiares de represores condenados por violaciones a los derechos humanos están esperanzados con la posibilidad de que haya un cambio de gobierno. La Asociación de Abogados para la Justicia y la Concordia advirtió en su asamblea anual que de cara al balotaje del 22 de noviembre “estamos ante la batalla final” y pidió trabajar para que la Corte Suprema de Justicia revierta la jurisprudencia sobre delitos de lesa humanidad.

Durante la asamblea, la entidad que busca lograr una amnistía para los represores y detener los juicios por crímenes cometidos durante la última dictadura cívico-militar se mostró entusiasmada ante lo que definió como “vientos de cambio”, “ráfagas de optimismo” y “llamas de esperanza", según publica el diario Página/12.

Por intermedio de su titular Alberto Solanet, ex presidente de la Corporación de Abogados Católicos y hermano del secretario de Hacienda de la dictadura, llamó a "derogar y reemplazar la legalidad desprovista de legitimidad que angosta y asfixia a la patria”. Solanet también reivindicó en su discurso a “las corajudas madres, hermanas y esposas de presos políticos” y destacó en particular a la madre del represor de la ESMA, Alfredo Astiz Astiz, procesada por su rol en una apropiación ilegal en 1977.

Otros miembros de la Asociación formularon declaraciones similares. Alberto Rodríguez Varela, ex ministro de Justicia de Jorge Rafael Videla, lamentó que en 2003, cuando el kirchnerismo llegó al poder, “se abandonó la bandera de la concordia de Alfonsín y Menem” y comenzó la etapa de la "justicia asimétrica". En ese marco, exhortó a "poner fin a la discordia" y remarcó la necesidad de lograr una "pacífica convivencia, con perdón y reconciliación".

Ricardo Saint Jean, hijo de Ibérico Saint Jean, el ex gobernador de facto de la provincia de Buenos Aires, advirtió que “estamos ante la batalla final” y pidió trabajar para que la Corte abandone la jurisprudencia que declara imprescriptibles los delitos de lesa humanidad. A su vez, calificó a los juicios a los militares golpistas como "un plan de persecución especialmente perverso", a la par que aseguró que "se abre un camino de esperanza"

En esa misma línea, Lucrecia Astiz, hermana de Alfredo, agradeció a los abogados por su apoyo a los “secuestrados políticos”, tal como definió a los genocidas.