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Postres y vinos: en busca del maridaje perfecto

No son los más populares pero un vino dulce o tardío puede funcionar para ser degustado en el último paso de una comida.


Por lo general, el vino  está asociado junto a la carne, un pescado o risotto, es decir, platos salados. Pero… eso no lo es todo. Los postres también tienen varias opciones para disfrutar de un maridaje ideal. Un vino dulce o tardío puede funcionar para ser degustado en el último paso de una comida.

Estos vinos son producidos a partir de uvas cosechadas cuando ya están muy maduras (de ahí que se los conozca como tardíos), lo que les aporta una proporción mayor de azúcar de la que pueden fermentar y eso les da su característico sabor dulzón.

En Europa ya existe una tradición en el consumo de esta clase de vinos a la hora del postre. Los más reconocidos son el Sauternes, de origen francés, y el Tokay, de origen húngaro, ambos elaborados a partir de uvas blancas como las Semillón, Sauvignon Blanc y Moscatel.  Algunos se pueden conseguir en la Argentina en variedades producidas localmente.

Si bien esta costumbre comenzó a implementarse en nuestro país hace más de una década, su consumo es muy inferior a otras variedades del vino como los tintos, los blancos e incluso los rosados. Sin embargo, es un mercado que crece y cada vez más consumidores se animan a maridar sus postres con estos vinos.

Entre los productos de la industria vinícola nacional, se destacan el Rutini Sauternes (Bodega La Rural), un vino de un color dorado muy especial, el Graffigna Centenario Viognier Tardío, en su versión blanca, y el Centenario Malbec Tardío, en su versión tinta (ambos de Bodega Graffigna) o el Ciclos Tardío Torrontés (Bodega El Esteco), elaborado con las uvas blancas características de Cafayate.

En general, la recomendación de los expertos a la hora de elegir qué vino de postre pedir, consiste en tener en cuenta que cuanto más oscuro sea el color del postre, más oscuro tiene que ser también el del vino (es decir que se recomiendan vinos tintos dulces para acompañar un chocolate, o blancos para postres a base de cremas). Y lo mismo se debe respetar para la intensidad del sabor: a mayor intensidad del sabor del postre, lo mismo hay que buscar con el vino para que el balance sea perfecto.


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