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- 19.06.2017
EN LUJÁN
Denuncian irregularidades y abandono de pacientes en Montes de Oca
El caso de una trabajadora que perdió a su madre por la atención precaria que le brindaron dejó al descubierto la desidia en esa institución de salud mental.
Por Mauro Castro
Una trabajadora de la Colonia Montes de Oca denunció irregularidades y abandono de pacientes en ese establecimiento de salud mental ubicado en el partido de Luján. Gabriela Pedraza, cuya madre murió por haber recibido una atención médica que no era acorde a la gravedad de su cuadro, advirtió que en la institución faltan insumos para curar a los internos y dijo que es víctima de hostigamiento laboral desde que comenzó a hacer pública esa situación.
El drama de Gabriela deja al descubierto la desidia en Montes de Oca. Su madre, que estaba internada allí desde 2014 por un trastorno de bipolaridad y demencia, murió en abril de este año. Su deterioro comenzó con el diagnóstico tardío de una neumonía y se agravó por sucesivas interrupciones en el tratamiento. Gabriela sospechaba que su madre podía tener "algo clínico" y una consulta al neumonólogo se lo confirmó.
El caso está plagado de irregularidades. Cuando empezó a ver que la salud de su madre empeoraba, la mujer pidió a las autoridades de la Colonia que autorizaran su traslado al Hospital de Luján. Se lo negaron. En diálogo con Nueva BA, Gabriela analizó que esa negativa "tenía que ver con su estado de deterioro. Si la trasladaban iban a quedar en evidencia esas irregularidades". Finalmente, días después del diagnóstico, las autoridades accedieron a su pedido.
Cuando llegó a Luján, el estado de la mujer era crítico. En ese establecimiento su salud mejoró, pero le descubrieron escaras, que son lesiones que se producen por apoyo. Estaba en silla de ruedas. En septiembre de 2016 le practicaron una escarectomía y una serie de curaciones que le permitieron volver a la Colonia. Pero su salud volvió a empeorar: tuvo dos paros cardiorrespiratorios y debió ser trasladada a la Clínica Cruz Azul, en Mercedes, donde le diagnosticaron una neumonía intrahospitalaria.
La historia registró nuevos vaivenes. Después de Mercedes regresó a Montes de Oca, pero su cuadro volvió a complicarse porque la institución no tenía las ampollas que necesitaba para continuar con el tratamiento. "Las conseguí por un conocido, pero de eso se tenía que encargar la Colonia", dijo Gabriela. El tratamiento se suspendió, con el consecuente deterioro del estado de salud de la paciente.
Mientras tanto, la burocracia judicial demoraba las soluciones. El derrotero incluyó un reclamo ante el órgano de revisión de salud mental, donde le dijeron a Gabriela que no podían tomar denuncias de particulares. Recurrió entonces al Juzgado de Familia n° 2 de Mercedes pero tampoco le dieron una respuesta. "Nunca fueron a ver a mi madre para comprobar su estado de salud. Sólo me dijeron que debían acatar las órdenes médicas", relató.
Un día, mientras leía la copia de la historia clínica, encontró una nota en la que la médica del pabellón donde estaba internada su madre le informaba a la dirección que la mujer estaba "apta" para recibir atención domiciliaria. Gabriela notó que aquello era "una contradicción porque antes se habían negado a llevarla al Hospital". Ese dato fue la punta del ovillo: al analizar la historia clínica descubrió que había sido fraguada. "La rellenaron con cosas que no eran ciertas. Pusieron que le habían hecho una cirugía plástica en el pie y varias escarectomías y eso no era verdad", dijo.
Su madre murió en abril de este año. Desde la Colonia le comunicaron la noticia a las cuatro de la madrugada. Ningún médico se acercó para darle explicaciones cuando llegó al lugar.
Gabriela aseguró que su caso no es un hecho aislado. El índice de mortalidad en Montes de Oca fue en 2016 el más alto de los últimos 10 años. Murieron 86 pacientes de una población de 550, precisó. "El número de muertes creció de forma inusitada. Faltan insumos y medicamentos para tratamientos clínicos y psiquiátricos", denunció la mujer.
"En Montes de Oca se pierde de vista que los pacientes son sujetos de derecho. La Ley Nacional de Salud Mental se viola sistemáticamente. Quiero que esto sirva para visibilizar lo que sucede. Estas situaciones pasan a diario", alertó a este portal.
Hostigamiento laboral
La pelea de Gabriela por la salud de su madre la convirtió en blanco de una persecución laboral. Las autoridades de la Colonia la sometieron a todo tipo de maltratos desde que empezó a denunciar las irregularidades. El hostigamiento incluyó amenazas veladas. En una reunión que mantuvieron en diciembre, el ex director adjunto de Montes de Oca, Ariel Santorio, le dijo después de escuchar sus reclamos: "Fijáte que a fin de mes tenemos que renovar los contratos".
En febrero le mandó una carta a las autoridades del establecimiento. Nunca le respondieron. La persecución tomó ribetes insólitos: en medio de sus denuncias, su jefa le cambió la cerradura de la oficina. "Actualmente estoy esperando un pase, o tal vez la baja del contrato. Todo esto es producto del maltrato laboral que sufro por defender la integridad de mi madre", dijo.
Gabriela recordó que Santorio tiene una causa penal abierta por "maltrato psicológico" e "instigación al suicidio" de un detenido en el penal de Ezeiza, donde ejercía un cargo. La repercusión en los medios locales de ese escándalo le costó su puesto en Montes de Oca. También trabaja en Ezeiza Rosana Granato, la directora del establecimiento de salud mental, a quien un sindicato denunció ante la Oficina Anticorrupción por "incompatibilidad de cargos".
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