Reprimieron con gases y balas de goma a los trabajadores que tomaban PepsiCo

La Policía Bonaerense y la Gendarmería reprimieron y desalojaron a los trabajadores despedidos de PepsiCo que tomaban la planta en Florida para reclamar su reincorporación. Los efectivos dispararon balas de goma y arrojaron gases lacrimógenos contra los empleados que el 20 de junio quedaron en la calle por el cierre sorpresivo de la multinacional.

"Rechazamos esta represión brutal del gobierno de Mauricio Macri y exigimosa saber quién la ordenó", sostuvo Nicolás del Caño, diputado nacional del Frente de Izquierda y los Trabajadores. "La demostración de los trabajadores es un ejemplo para todos los que están siendo despedidos. Acá lo que se busca es flexibilizar el trabajo", agregó.

"Los empresarios vacían las fuentes de trabajo y los trabajadores las defienden. Y el Gobierno manda un ejército para reprimir a los trabajadores. La economía está cerrándose, cada vez es más difícil", señalo por su parte Luis Zamora, dirigente de Autodeterminación y Libertad.

Myriam Bregman, candidata a diputada porteña por el PTS/FIT, sostuvo en esa línea que los empleados "quieren resguardar sus puestos de trabajo; no fueron despedidos, por eso no tienen que ser desalojados. Esto es una jugada política, a alguno de los cráneos del Gobierno se les ocurrió que había que reprimir para que el resto de los trabajadores acepten los despidos. Macri y Vidal son los responsables".


El brutal operativo de desalojo se concretó pasadas las 8 de la mañana. Policías y gendarmes entraron a la planta y detuvieron a cinco trabajadores. Según indicó el diputado Leonardo Grosso (Peronismo para la Victoria), en la Fiscalía dijeron que los detenidos están en la Comisaría Primera de San Fernando.

Los trabajadores habían marchado a los tribunales de San Isidro para exigir que las fuerzas de seguridad no entraran a la fábrica. El desalojo fue pedido el viernes 7 por el fiscal Gastón Larramendi y convalidado por la jueza de garantías Andrea Rodríguez Mentasty, que según los empleados despedidos "se negó a otorgar las mínimas garantías de que no llevará adelante un desalojo violento". La empresa había solicitado el desalojo por un supuesto peligro de contaminación de la fábrica.

El conflicto empezó el 20 de junio, cuando la multinacional PepsiCo cerró sus puertas de manera sorpresiva y dejó a 600 trabajadores en la calle. Les comunicó su decisión con una nota pegada en el portón de la fábrica, en la que informó además sobre su intención de ampliar su planta en Mar del Plata. También adujo una presunta crisis que nunca logró demostrar.