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- 15.08.2018
EN DIÁLOGO CON NUEVA BA
Lucía Portos: "Vidal es la responsable de que las mujeres de la Provincia estén en situación de vulnerabilidad"
Tras la muerte de una mujer de 34 años por un aborto inseguro, la diputada kirchnerista cuestionó a la Gobernadora por sus dichos en contra de la IVE y por haber rechazado la adhesión al protocolo nacional de aborto no punible. Denunció que sus declaraciones son un "apriete" a médicos y hospitales.
Por Mauro Castro
Días después de que María Eugenia Vidal manifestara públicamente su enfático rechazo al proyecto de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) y de que el Senado frenara la iniciativa aprobada en Diputados, una mujer de 34 años murió en un hospital del Conurbano bonaerense por un aborto inseguro.
"En la Provincia estamos en una situación de muchísima inseguridad jurídica", dice a Nueva BA la diputada bonaerense Lucía Portos al recordar que en 2016 Vidal frenó la adhesión de la Provincia al nuevo protocolo nacional de aborto no punible. Con la marcha atrás, la Gobernadora desautorizó a su entonces ministra de Salud, Zulma Ortíz, que finalmente dejó el cargo meses después. "Quieren embarrar la cancha para que no conozcamos nuestros derechos", denuncia la legisladora de Unidad Ciudadana.
Horas antes de la votación en el Senado, Vidal dijo en declaraciones radiales que iba a sentirse "aliviada" si la Cámara Alta rechazaba el proyecto, como finalmente sucedió. "Las consecuencias de ese alivio personal de la Gobernadora las sufrimos con una piba que dejó dos hijos huérfanos", remarca Portos. Y asegura que esas declaraciones y la foto de la mandataria con el pañuelo celeste configuran un "apriete" a médicos y hospitales para que no practiquen abortos.
En diálogo exclusivo con este medio, la diputada de Pilar también habla sobre el futuro de la lucha feminista por el aborto legal. "La próxima vez va a tener un consenso mayor", afirma. Y llama a trabajar para que los "dinosaurios" no vuelvan a integrar las listas legislativas.
—Vida dijo que si la ley no salía iba a sentir "alivio". Días después murió una mujer por un aborto inseguro. ¿Qué análisis hacés de esta situación?
—Las consecuencias de ese alivio personal de Vidal las estamos sufriendo con una piba que murió con 24 años, dejando dos hijos huérfanos, y con tantas otras pibas que están pasando por situaciones de clandestinidad porque los senadores no han aggiornado la legislación a los tiempos que corren y no han garantizado para las mujeres derechos que en otras partes del mundo están garantizados hace más de un siglo.
—¿Son frecuentes los abortos clandestinos en la Provincia?
—Por supuesto. Los números de la Organización Mundial de la Salud hablan de 500 mil prácticas de aborto inseguro por año. Hay una cantidad enorme de mujeres que atraviesan esas situaciones. Las que mueren no son todas ni la mayoría, pero muchas ven perjudicada su salud de otros modos por la ilegalidad de una práctica que no es ni más ni menos que la posibilidad de decidir la vida que se quiere tener y cómo se la quiere vivir. Eso es lo que nos están negando a las mujeres cuando nos niegan la posibilidad de decidir sobre nuestras maternidades.
Hay una responsabilidad enorme del Poder Ejecutivo tanto a nivel nacional como provincial, porque no solamente no pusieron la fuerza política necesaria para que ese debate atraviese con éxito la Cámara de Senadores sino que además han dado muestras de estar en contra de los derechos de las mujeres. Por ejemplo, Vidal está dejando sin insumos a los hospitales, desfinanciando los programas de salud sexual y reproductiva y la provisión de anticonceptivos en los hospitales públicos de la Provincia. Si hoy las mujeres estamos en una situación de mayor vulnerabilidad en la Provincia, es por responsabilidad de ella.
"Las idas y vueltas con el protocolo buscan que las mujeres no conozcamos nuestros derechos y que los médicos se sientan vulnerables".
Marcha atrás con la adhesión al protocolo
La ex ministra Zulma Ortíz firmó en 2016 una resolución que establecía la adhesión de la provincia de Buenos Aires al nuevo protocolo nacional de aborto no punible. Esa norma, actualizada tras el fallo "FAL" de la Corte Suprema de Justicia, determina que una mujer puede acceder a un aborto si el embarazo representa "un peligro para su salud", entre otros factores. El protocolo de 2012 (el que todavía está vigente en la Provincia) lo autorizaba sólo en casos en los que hubiera un "riesgo para la vida" de la madre.
—Vidal dio marcha atrás con la adhesión al protocolo de aborto, pese a que lo había anunciado su ministra de Salud. ¿Cómo está parada hoy la Provincia con respecto a esa cuestión?
—Estamos en una situación de muchísima inseguridad jurídica. Parte de la campaña de Cambiemos giró en torno a la seguridad jurídica. Eso excede largamente a una transacción financiera, aunque parece que ellos la remiten sólo a eso. La seguridad jurídica también pasa por saber cuáles son los derechos que se tienen y cuál es la manera de garantizarlos. Lo que sucedió con el protocolo es un caso emblemático de inseguridad jurídica.
Podemos interpretar que el protocolo de 2012 sigue vigente. ¿Pero qué profesional de la salud te va a garantizar a un derecho en los términos de ese protocolo si la propia Gobernadora dio marcha atrás con una ampliación de derechos para las mujeres? ¿Qué profesional se va a arriesgar a perder su matrícula? ¿Qué profesional o qué hospital se va a arriesgar a continuar aplicando el protocolo en esta situación de idas y vueltas, claramente pergeñada por Vidal? Eso derivó en la renuncia de Ortíz y en que hoy tengamos un Ministerio de Salud que no existe. No hay ninguna política pública en el territorio que venga financiada por el Ministerio bonaerense y menos que tenga que ver con los derechos de las mujeres.
—¿Las fotos de Vidal con el pañuelo celeste y sus dichos en contra del aborto legal pueden ser interpretados como un apriete encubierto a los médicos?
—Encubierto no. Vidal tiene poder político y tomó una posición clara, contundente. Este ida y vuelta en la protocolización de una práctica, esta zona de incertidumbre, claramente busca oscurantismo, embarrar la cancha para que las mujeres no conozcamos nuestros derechos y para que los profesionales que tienen que practicar abortos se sientan en un lugar de muchísima vulnerabilidad. Poner en juego tu matrícula e incluso tu reputación no es chiste.
El debate sobre la IVE
—¿Qué balance hacés de la discusión sobre la legalización del aborto?
—Lo que hizo el debate en el Congreso fue visibilizar una situación de injusticia. Puso blanco sobre negro los argumentos a favor de la legalización del aborto frente a otros argumentos más de índole religioso o moral. Por el lado de continuar con la prohibición hay muchos argumentos de índole moral y muy pocos científicos o jurídicos. Esto nos ha obligado no solamente a las organizaciones feministas sino también a toda la sociedad, la dirigencia política, los partidos y a todos los que tienen responsabilidades institucionales a tener una mirada sobre esa problemática, a tono con la discusión de estos tiempos.
"Tenemos que trabajar para que en las próximas elecciones estos dinosaurios no integren más nuestras listas".
—¿Cómo pensás que va a seguir la discusión sobre el proyecto de cara al futuro?
—Hay un saldo positivo para el movimiento de mujeres y para la Argentina, que es haber sacado del lugar de oscuridad una práctica que es de lo más común entre las mujeres. Lo único que hace la clandestinidad es generar una falta de acceso a la información y a la salud pública. También se ha ganado en términos de generar un mayor consenso social en torno a esta práctica y en torno al lugar que las mujeres empezamos a reclamar para nosotras en la política. Esta ola verde no tiene que ver puntualmente con el artículo 86 del Código Penal, sino con que dejen de hacer leyes que no nos incluyen a las mujeres ni miran nuestros problemas. Esto es un camino que no tiene retorno, no es algo nuevo sino que se viene gestando desde hace muchos años y que es producto de una inversión política en el empoderamiento de sectores vulnerados o invisibilizados que se hizo durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Esto está puesto de relieve y la próxima vez que se presente el proyecto va a tener un nivel de consenso mucho mayor.
Las mujeres ya sabemos que no tenemos por qué abortar solas, que existen redes de contención trabajando en los territorios a las que se pueden acercar, una forma de organización no institucional que hemos creado para nosotras mismas. Tenemos que seguir profundizando este camino para que en las próximas elecciones legislativas estos dinosaurios no estén más en nuestras listas.
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