A horas de la marcha contra la violencia machista, absolvieron a los dos imputados por el femicidio de Lucía Pérez

El Poder Judicial de Mar del Plata decidió absolver a Matías Farías de 25 años y a Pablo Offidani de 43 años por el delito de abuso sexual y posterior muerte de Lucía Pérez, de 16. Sólo fueron condenados por “delitos de drogas”, por lo que les dictaminaron ocho años de prisión y el pago de 135 mil pesos de multa al ser considerados coautores de haber drogado a la joven que terminó muerta.

A horas de realizarse una masiva movilización nacional contra la violencia machista hacia mujeres y disidencias, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 tomó esta polémica decisión. Lucía Pérez (16) fue asesinada el 8 de octubre de 2016. El día anterior, Farías le había vendido marihuana en las inmediaciones de la escuela. La mañana del crimen, él y Offidani la pasaron a buscar y la llevaron a la casa del primero. La fiscalía y la querella aseguran que allí fue drogada, violada y asesinada.

Los imputados trasladaron a la joven a una salita en Playa Serena y aseguraron que se había "desplomado". Tras el femicidio, diferentes organizaciones feministas se reunieron en asambleas en todo el país y convocaron al primer paro de mujeres, hecho que se conoció como "miércoles negro" porque la consigna era vestirse de ese color. También hubo multitudinarias concentraciones en Plaza de Mayo y en distintos puntos del país.

El pedido de penas

El abogado de la familia, Gustavo Marceillac, pidió perpetua para Farías y para Offidani, a quien consideró "partícipe necesario" del femicidio. Para Maciel, solicitó una pena de cuatro años y medio de cárcel por considerar que ayudó a los otros dos acusados a borrar las huellas del cuerpo.

El fiscal Daniel Vicente pidió perpetua para Farías y 18 años de cárcel para Offidani; para el representante del Ministerio Público, Offidani fue "partícipe secundario". Además, retiró la acusación contra Maciel al afirmar que no pudo acreditarse su responsabilidad en el crimen.

Tanto Marceillac como Vicente coincidieron en que Lucía fue víctima de una "situación desigual de poder y que la relación asimétrica que tenía con los imputados impiden hablar de consentimiento en las relaciones sexuales. "Estamos frente a un caso que hay que analizar con perspectiva de género. Cualquier otro tipo de visión va a ser incorrecta. El Estado tiene la obligación de evaluar el caso de Lucía con perspectiva de género", manifestó Marceillac en diálogo con Nueva BA.

María Laura Solari, defensora de los imputados, pidió la absolución de los tres bajo el argumento de que el crimen de Lucía no fue un femicidio. La abogada negó que la muerte de Lucía pueda ser considerada un caso de violencia de género. En su alegato, tomó como base las conclusiones de los peritos médicos, que afirmaron que el cuerpo no presentaba signos de abuso ni señales de haber sido lavado.