Bullrich defendió el uso de pistolas Taser y chicaneó a los organismos de derechos humanos

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, defendió la compra de 300 pistolas Taser para que las fuerzas federales las usen en estaciones de trenes y en aeropuertos y criticó a los organismos de derechos humanos que denuncian que pueden ser utilizadas como elementos de tortura.

Para rechazar las críticas de los organismos, la funcionaria de Mauricio Macri denunció que "nunca se ponen del lado del policía asesinado ni de la víctima". "Si quieren que no haya Policía y que cada uno se defienda como pueda, deben decirlo claramento", chicaneó.

Bullrich consideró además que la postura de las entidades de derechos humanos es "poco consistente" porque con el uso de pistolas Taser, que provocan descargas eléctricas, "hay menos riesgo de muertes en zonas de alta densidad de gente".

La titular de la cartera de Seguridad también se refirió a la baja de la edad de imputabilidad y a la expulsión de los extranjeros que cometan delitos, los otros dos temas que el Gobierno instaló en la agenda en el inicio del año electoral. Sobre el primero, dijo que es "una deuda pendiente de hace muchos años" y que el objetivo es "buscar por todos los medios que los menores no conviertan sus vidas en una carrera hacia el delito".

"Si sus actos no tienen consecuencias, luego de mayores conformarán un mundo de delito y muerte", sostuvo en una entrevista concedida al diario Clarín. "Cada conducta delictiva va a tener una consecuencia", agregó.

Sobre la expulsión de los extranjeros que delinquen, Bullrich afirmó que se trata de una iniciativa "racional y coherente" y que no está relacionada con "un pensamiento anti-extranjero" sino con un "pensamiento anti-delincuente". "La Argentina está abierta para todos, menos para los delincuentes", señaló.