El Gobierno bonaerense defendió el proyecto y aseguró que no hay "impuestazo"

El Gobierno bonaerense rechazó las críticas de la oposición sobre el presunto "impuestazo" previsto en la Ley Impositiva que Axel Kicillof envió a principios de esta semana a la Legislatura. Desde el oficialismo destacaron que el proyecto busca dotar de "mayor progresividad" al esquema tributario provincial.

El titular de la Agencia de Recaudación bonaerense (ARBA), Cristian Girard, pidió "no alarmar a la población" y negó que la ley contemple un "impuestazo". Así, salió al cruce de los dirigentes opositores que denuncian que el proyecto prevé aumentos de 75 por ciento. "Es absolutamente falso. Los aumentos son muy puntuales y para las propiedades de mayor valor", indicó.

"Con esta ley vamos a tener las herramientas necesarias para recaudar todos los recursos que necesita la Provincia. Lo que buscamos es conservar la capacidad recaudatoria", aseguró en declaraciones a Radio 10.

Girard precisó que el 86 por ciento de los contribuyentes pagará en concepto de Impuesto Inmobiliario Urbano aumentos "menores a 3500 pesos por año". En el caso del Impuesto Inmobiliario Rural, "la mitad de las propiedades recibirá aumentos por debajo del 65 por ciento".

El funcionario dijo que el objetivo es "darle progresividad al aumento de impuestos" para "que paguen menos los que menos tienen y un poco más los que más tienen".

"La ley le da un tratamiento diferencial a los pequeños y medianos productores que más sufrieron las políticas de Mauricio Macri y de María Eugenia Vidal; busca mantener los niveles de recursos sin afectar a los que menos tienen", planteó.


En la misma línea, el ministro de Economía, Pablo López, expresó: "El proyecto de Ley Impositiva busca sostener la recaudación tributaria para atender la emergencia que atraviesa la Provincia y a la vez dotar de mayor progresividad a la estructura tributaria".

López explicó que el principio que guía los aumentos en el Impuesto Inmobiliario Urbano es la "progresividad tributaria", aplicada a través de "topes segmentados a las variaciones".

"En el Urbano, además de estar exentos aquellos que poseen una única vivienda pequeña, la gran mayoría de los contribuyentes -en particular aquellos que poseen propiedades de menor valuación- afrontarán aumentos sensiblemente por debajo de la inflación", señaló.

"Por ejemplo, para las propiedades de menor valor, la variación máxima es de 15 por ciento y en el segmento que le sigue la variación no supera el 35 por ciento", detalló.


Y explicó: "Esto implica que los amplios sectores medios urbanos tendrán aumentos muy moderados: el 86 por ciento de los contribuyentes afrontarán aumentos menores a 3.500 pesos para todo el año; se trata de cerca de 3,8 millones de contribuyentes de los 4,5 millones que afrontan el impuesto".

El titular de Economía destacó además que para el Impuesto Inmobiliario Rural el Gobierno definió "una serie de exenciones a propiedades pequeñas de producción agropecuaria, en especial la tambera", al tiempo que estableció "un esquema de segmentación que beneficia a pequeños y medianos productores partiendo de un 15 por ciento para las propiedades de menor valor".

"En consecuencia, a más de la mitad de los propietarios rurales se les aplicará una actualización por debajo de la inflación 2019, a lo cual además se suma el descuento del 20% por pago en una cuota", subrayó.

"Este proyecto de Ley se suma a las medidas de estímulo planteadas en la Ley de Emergencia, y es una herramienta más que necesitamos para atender las necesidades de los más vulnerables y apuntalar la producción y el trabajo", finalizó López.