Coronavirus y tecnología

Conectividad: ¿cómo está la provincia de cara a las clases virtuales que exige la pandemia?

Con la suba de casos en el AMBA y el territorio bonaerense en particular, cada vez son más los municipios que se acercan a la Fase 2 y, con ella, a la suspensión de la presencialidad. La historia del crecimiento de conectividad en la Provincia y la situación actual.

Por Tomás Correa


Mientras los casos suben en todo el país, la pelea política sobre las clases presenciales continúa teniendo horas y horas de pantalla, sin pensar en la densidad de casos que eso genera al momento de la suba de circulación en transportes públicos, por ejemplo.

Sin embargo, ese debate presentado de esa forma deja incompleta una cuestión que también aparece ineludible frente a la posibilidad y necesidad de la educación a distancia: ¿cómo está la provincia de Buenos Aires en materia de conectividad para afrontar una plazos de educación virtual?

Para llegar al estado actual en ese terreno, es necesario remontarse al año 2003, cuando la Argentina comenzó a desplegar una fuerte política de despliegue de redes de banda ancha fija y móvil. Ese es nuestro punto de partida para conocer el crecimiento constante de las telecomunicaciones.

Tras la puesta en marcha de políticas de regulación, financiamiento y obras e infraestructura, en 2006 se crea la empresa estatal ARSAT, desde dónde con los años se pusieron en órbita dos satélites geoestacionarios. No obstante, esa misión y tarea no es la única que tiene la empresa. ¿Cuál es su rol en materia de conectividad?

Pues bien, ese rol es central: fue la encargada de construir la red troncal de fibra óptica, con el objetivo de facilitar el acceso a pequeñas y medianas empresas de telecomunicaciones en todo el país.



Otras de las políticas que sirvieron para favorecer el acceso se dieron hacia 2014, cuando se realizó la licitación del espectro radioeléctrico más importante de la historia, asignando bandas de frecuencia para la prestación de servicio 4G en todo el territorio nacional.

En los años siguientes ingresaron las inversiones que permitieron el crecimiento de la red. También permitió que se iluminara la red troncal de fibra óptica, y que se mantenga el crecimiento que comenzó en el año 2003.

Si bien continúa existiendo un déficit marcado en la provincia de Buenos Aires, no es menor focalizar la atención en el crecimiento que se dio desde 2014 hasta la actualidad. En el comienzo de dicho año la velocidad de descarga de banda ancha era de 3,73 Mbps, mientras que el acceso a la internet fija alcanzaba tan solo el número de 2.739.876. Obviamente hay que tener en cuenta que por acceso hay, habitualmente, más de dos personas que pueden conectarse.



En 2018, los números tienen un fuerte crecimiento, llegando a una velocidad de descarga de 14,2 Mbps y un acceso que alcanza a 3.475.446 de usuarios en la provincia. El aumento es claro, aunque todavía no alcanza para cubrir todo el territorio bonaerense, pero demuestra que hay un crecimiento sostenido consecuencia de políticas públicas que se fueron tomando en materia de telecomunicaciones.



Si llegamos a la actualidad, los números relevados por ENACOM durante el tercer trimestre de 2020 muestran un total de 3.932.211 accesos en la provincia de Buenos Aires. Si tomamos, con números oficiales del INDEC, que una familia tipo está conformada por cuatro personas, el número total se acerca cada vez más a la población total. Por su parte, la velocidad promedio de descarga ascendió a 42 Mbps.

De todos modos, el acceso al internet fijo no es la única posibilidad de conectarse a las clases. Por ello también se debe tener en cuenta la conectividad a la red móvil - a la que previamente se refirió a paritr de la licitación - que hay en la provincia. Para 2020, eran 12.604 las radiobases de 4G que se encontraban en el territorio bonaerense siendo, por lejos, la que más tiene en el país.

Con dichos datos de radiobases se permite cubrir un espectro grande de acceso a la señal en lo largo y ancho del territorio, pero ¿Eso alcanza? Obvio que no, hoy en día todavía existen parajes rurales y pequeños pueblos y localidades que no tienen señal, por lo tanto el acceso a las clases virtuales solo podría ser posible con una conexión a la internet fija.

Es por ello que las políticas públicas siguen siendo necesarias, más después de que el presidente Alberto Fernández declarara el acceso a internet un servicio básico en competencia, dando al Estado la potestad de reunirse con las empresas y poder regular el precio del servicio.



Además existen otras posibilidades para aportar al crecimiento del acceso. Desde los años 90’ existe el Fondo del Servicio Universal (FSU), donde las empresas privadas deben realizar un aporte al Estado, para que sea él quien pueda implementar políticas en lugares donde no es rentable que vayan las prestadoras.

Una de los objetivos que se llevan adelante con el fondo explicado es los aportes no reembolsables para que cooperativas y pymes del interior reciban dinero, con el cual podrán hacer obras y llevar internet para localidades de hasta 30.000 habitantes y parajes rurales. San Antonio de Areco es un ejemplo de esta modalidad, ya que gracias a un acuerdo con ENACOM pudieron largar en 2018 un servicio de internet prestado por la cooperativa de electricidad.

Otro de los programas impulsados desde el Ente Nacional de Comunicación es el creado para la llegada de las redes de internet a los barrios populares. Fuentes cercanas al proyecto comentaron a Nueva BA que el programa “se aprobó en julio del 2020, ya que uno de los temas que más fuerte se instaló fue el de la conectividad. En septiembre se abrió la convocatoria para la presentación de proyectos”.

Para dicha extensión de la conectividad el Estado invierte 1.000 millones de pesos en cada uno de los proyectos que sean aprobados. Hoy en día ya hay cuatro que comenzaron a cobrar y un total de 51 presentados. Todos son cooperativas de servicios, pymes y redes comunitarias a lo largo y ancho del país. El volumen más grande se encuentra, obviamente, en la provincia de Buenos Aires, donde destacan que “La Garganta Poderosa tiene cooperativas en diversos barrios”.



“La provincia tiene más de 1700 barrios populares, entonces es dónde va a haber más propuestas. Mucho es del gran buenos aires, pero hay Morón, Merlo, Fiorito, Lanús, La Plata, Berisso, Zárate, Avellaneda, San Nicolás, San Pedro, La Matanza, Moreno, Pilar y Lomas”, precisaron desde el Ente Nacional.

También explicaron que para poder concursar, cada cooperativa presenta una “propuesta de proyecto con carpeta administrativa y técnica” y en caso de ganar el Estado “financia el 100% el desarrollo de la obra, lo cual ya es mucho más factible con la realización. Se considera mucho la propuesta social, cada proyecto tiene que presentar propuestas comunitarias que estén dentro del barrio, por ejemplo pueden poner salas comunes para quienes no puedan pagar el internet básico. Los proyectos que van a cobrar en estos días tardaron entre 3 y 6 meses en analizarse”.

Cabe destacar que, volviendo a la necesidad de ampliar los accesos a internet en la provincia, “el proyecto es de ejecución de un año y medio, así que apunta a resolver problemas estructurales, y que la conectividad se mantenga. No queremos que sea la foto de pusiste internet y que después no se mantenga. Implica que haya internet de calidad al igual que podes tener en el centro de la Ciudad de Buenos Aires.

Pero, teniendo en cuenta que la posibilidad de un pase a fase 2 de cada vez más municipios del territorio bonaerense es cada vez más cercana, debemos pensar en programas de emergencia. Para ello, desde el Ente Nacional señalaron que tienen entregas de tarjetas telefónicas, tables y demás, que apelan a palear situaciones de emergencia en la provincia.

 


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