Cultura: la necesaria intervención del Estado para frenar la crisis

Por Tomás Correa


Durante las últimas semanas, incluso meses, NuevaBA recorrió los diversos rubros que cerraron, necesitaron asistencia del Estado, y que sufrieron consecuencias económicas por la pandemia. Pero, hasta ahora, no se tuvo en cuenta a uno de los espacios que más fueron golpeados por la pandemia: la cultura.

La cuenta para hacer es fácil: desde un comienzo, los espacios artísticos - protagonistas de esta nota - fueron los primeros en cerrar sus puertas y, posteriormente, los últimos en poder abrir.

Teatros cerrados, centros culturales también, y un sinfín de músicos, músicas, pintores, pintoras, actores y actrices, tuvieron que rebuscar y encauzar su vida hacia otras formas de poder seguir llevando la comida a la mesa. Porque sí, hay incontables familias que viven del arte, aunque algunos sectores políticos no lo quieran aceptar.



Pero, al igual que en otros rubros, la mirada apunta de cerca al gobierno provincial para ver qué posibilidades hay, desde las políticas públicas, para paliar una crisis que se agrava más y más.

¿Las ayudas alcanzan? No, probablemente no. Pero también acompañan y complementan al pequeño ingreso que pueden tener las y los artistas con las herramientas del streaming, entre otras cosas.

Entre los shows virtuales, también hemos encontrado subastas online, ayudas con la compra de “cafecitos” y otras formas de mantener proyectos más allá de la ayuda, o no, estatal.


PROGRAMAS, SUBSIDIOS Y REGISTROS

En comunicación con Nueva BA, desde la Secretaría de Producción de la Provincia - espacio donde funciona cultura - señalaron que existen diversos programas. Uno de ellos es “Catálogo Cultura y Turístico”, dónde buscan “visualizar la composición y la distribución del entramado turístico-cultural bonaerense, con el objetivo de potenciar a los espacios e incluirlos en políticas de inclusión, respaldo y promoción”.

Para ello se repartieron 800 millones de pesos entre los 135 municipios, que fueron destinados a mantenimiento y reacondicionamiento de locales y espacios para la readecuación de los protocolos sanitarios.



Por otro lado, “Mi vida en cuarentena” repartió $7,5 millones de pesos para que 1158 artistas bonaerenses produjeran contenidos digitales y propuestas creativas para las redes sociales y otras plataformas.

Desde el Ministerio también explicaron que realizó la “Convocatoria extraordinaria a Salas, Espacios Culturales, Investigación y Proyectos Digitales”, dónde “115 salas espacios culturales y proyectos culturales y de investigación recibieron 3 millones de pesos a través de tres líneas de subsidios:  “Funcionamiento de Sala”, (destinada a la preservación de salas mediante un subsidio dirigido a gastos de funcionamiento, como por ejemplo pagos de servicios, alquiler, etc), “Línea de Creación de Proyecto en Formato Digital” (que buscó subsidiar la creación o adaptación de proyectos / obras / performances / talleres en formato digital, de acuerdo a las medidas sanitarias vigentes dispuestas por el Ministerio de Salud de la Provincia) y “Línea de Investigación” (que sirvió de  apoyo y fomento de proyectos de investigación en el ámbito teatral)”.



Por último, en conjunto con el Verano ATR se realizó “Acompañar Cultura”, donde se sumaron actividades artísticas, culturales y recreativas con el objetivo de propiciar condiciones de inclusión educativa y re vinculación con la escuela de niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad socio-educativa. De dicho programa participaron más de 180 artistas de la provincia, con una inversión de 3,2 millones.


ACTUALIDAD

Ya en 2021, se está realizando desde la provincia de Buenos Aires se extendió la convocatoria a “Código Provincia”, un programa donde se conforma un catálogo de músicos y músicas para difundir e intercambiar canciones, sonidos e identidades de la producción musical bonaerense.



Dentro del programa se realizó “Código Provincia en el Dorado”, donde doce artistas pudieron tocar sus canciones y ser transmitidos por la TV Pública y radios nacionales y provinciales.

Si nos volvemos a hacer la misma pregunta del principio, la respuesta sigue siendo la misma: No alcanza para que las familias que viven del arte continúen en pie, pero si ayuda para complementar lo que pueden hacer a través de las tecnologías, cómo así también de las diversas formas de recaudar dinero que tienen individualmente.