Salud mental y pandemia en la Provincia: el abordaje de un profundo dolor colectivo

Por Juan Vera Visotsky


Desde que comenzó la pandemia se habló mucho de los cuidados sanitarios para evitar contraer el virus mortal que tanto daño está haciendo al mundo. Poco menos se ha hablado del impacto en la psiquis del pueblo de este suceso histórico: el impacto de los cientos de muertes, del encierro, de la imposibilidad de despedir a los seres queridos que mueren por tener que cumplir confinamiento.
 
Abordar el cuidado de la salud mental en pandemia es una tarea compleja. En la Provincia de Buenos Aires el Ministerio de Salud cuenta con una subsecretaría de Salud Mental, encargada de desarrollar los lineamientos más importantes en la dirección de cuidar esta faceta de la salud de las personas. Esta dependencia del Estado está a cargo de la funcionaria Julieta Calmels.
 
En diálogo con NuevaBA, Calmels explicó que en lo que respecta al cuidado de la salud mental en este momento la Provincia trabaja en dos ejes en paralelo, aunque claramente entrecruzados: "Por un lado tenemos un conjunto de políticas de base vinculadas a la reforma del modelo de salud mental para la Provincia, que constituye entre otras cosas la reforma de los neuropsiquiátricos. Es algo que se venía trabajando desde antes de la pandemia.

Y agregó: "Más vinculado a generar acceso en el marco de la pandemia, se generaron dispositivos que tienen por objetivo incrementar los cuidados desde el Estado a la salud mental de la población".
 
En territorio bonaerense existen espacios de atención clásicos remotos y presenciales, las tareas de salud mental de los hospitales, los equipos de urgencia en salud mental que tienen las subsecretarías en varias regiones sanitarias y los Centro Público Asistencial de adicciones y salud mental (CPA). "Con el advenimiento de la Pandemia se estableció un 0800 que tiene como propósito generar un mecanismo más ágil, más directo y menos mediado, para que cualquiera que esté en una situación de soledad, de tristeza o de angustia pueda llamar para buscar ayuda", dijo la subsecretaria.   "Muchas veces esas asistencias, de forma remota se pueden abordar y resolverse; y otras veces se requiere una derivación hacia un espacio de asistencia donde puedan acompañarlos con más intensidad y de manera presencial con un tratamiento prolongado. Muchas veces estos seguimientos se hacen de manera telefónica por el equipo del 0800 armado específicamente para eso. El número llegó a tener una sublinea para adultos mayores, que era una franja etaria que preocupaba mucho a la gestión bonaerense, previo a la vacunación", explicó.


 
Calmels también mencionó el trabajo de los Centros de Telemdicina covid19 (CETEC), constituidos por voluntarios y voluntarias (en su mayoría estudiantes de medicina, psicología y carreras afinas) en pandemia para hacer seguimiento de casos positivos de Coronavirus y contactos estrechos, los cuales tienen también una sublinea de acompañamiento en salud mental. "Los médicos se encontraban con personas que estaban solas, con familiares internados, muy angustiadas y muy ansiosas. Esto nos motivó a conformar un CETEC Salud mental", señaló.
 
"Entre el 0800 y el CETEC de salud mental, ya se asistieron a más de 17.000 personas con las que se estableció un acompañamiento", aseguró Calmels a este medio.

 
LAS ANGUSTIAS DE LA PANDEMIA
 
Uno de los problemas con los que más se encontraron desde la subsecretaria y desde los CETEC salud mental, fueron los duelos de los familiares de personas fallecidas a causa del covid-19. También se dan muchas situaciones de angustia debido a una particular situación: cuando una persona debe cumplir un aislamiento por ser contacto estrecho y un familiar fallece. "La imposibilidad de ir a despedir a éste familiar complica mucho la elabración psíquica del duelo de la persona y genera mucha angustia", aseguró la funcionaria del ministerio de Salud bonaerense. Y agregó: "Ese es uno de los temas quizás más dolorosos que nos ha tocado".
  En términos generales la población bonaerense ha sufrido alteraciones en el sueño, malestares emocionales, la dificultad de tener que convivir muchas personas en un mismo espacio, más cuando se trata de niños. Estas son algunas de las problemáticas que ha sistematizado la subsecretaría de salud mental. "Hay muchos ejemplos de intervenciones que se construyen con la particularidad de cada situación y que buscan dar humanidad a los cuidados en salud, entendiendo que el covid no solo afecta al cuerpo, sino que también produce sufrimiento emocional".



 
LAS NIÑEZ Y LA SALUD MENTAL
 
"Los grupos más comprometidos en estos términos son la primera infancia, cuando los niños hacen la primera separación con sus papás en el jardín; y la adolescencia que es la otra etapa de la vida donde se produce una separación de los padres", explicó Calmels sobre los efectos negativos de la pandemia en la salud mental de las y los menores de edad.
 
Es una problemática no solo provincial, sino también mundial. "El próximo miércoles presentaremos un programa de salud mental que se llama 'políticas de asistencia para infancias y juventudes", adelantó Calmels a éste portal. "Es un área de trabajo que tiene un año pero que se formaliza en programa. Es algo en lo que ya había un gran déficit, desde antes de la pandemia".
 
También, en trabajo coordinado con Educación de provincia, se está trabajando para pensar y elaborar lo que sucede con la pandemia a nivel psicológico en las escuelas de la Provincia. "Más allá de la apreciación singular, esta es una experiencia de dolor colectivo y las maneras de sobrellevarlo tienen que implicar una dimensión colectiva que haga que cada uno de los niños y niñas les haga sentir que esta experiencia que vivieron ellos les pasó solo a ellos, sino que nos pasa a todos", expresó Calmels.
 
Puntualmente en Bahía Blanca está comenzando una experiencia de espacios destinados a trabajar las problemáticas de salud mental desde una perspectiva de que los y las estudiantes puedan hablar de las patologías y poder elaborar estrategias entre el sistema educativo y el sistema de salud. "En principio eran espacios destinados a hablar de temas de consumo y del suicidio, pero la idea es encararlo no con esos términos y esas palabras, pero si abordar el tema del sufrimiento. Lo interesante es que fue también una iniciativa y una inquietud de los propios jóvenes", dijo Calmels.

 
"CUIDAR A LOS QUE CUIDAN"
 
El plan de cuidado de la salud mental para los trabajadores de la salud fue una iniciativa que comenzó en la primera ola de coronavirus. Según las palabras del ministro de Salud, Daniel Gollán, es un programa con tres lineamientos: "Cuidar a los que nos cuidan"; "cuidar a las familias de los que nos cuidan" y "cuidar a la población".
 
Se trata de equipos interdisciplinarios que trabajan en los hospitales acompañando a los equipos de salud, según palabras de la funcionaria, en la "enorme y agotadora tarea de cuidar la salud del pueblo de la Provincia".
 
Muchos hospitales están al 100% de ocupación de camas, pese a que el año pasado se pudo ampliar la capacidad del sistema de salud. En esta segunda ola las particularidades son diferentes: los adultos mayores están vacunados y los que ingresan en las terapias intensivas son jóvenes, que ahora tienen que sobrevivir a las nuevas variantes más agresivas del virus.
 
Según Calmels, esto es algo que provoca un impacto lapidario en la salud mental: "El hecho de que una persona menor de 40 años ingrese a una terapia intensiva y esté ahí durante varios días y semanas e incluso llegue a morir es una imagen devastadora. Y es algo que los trabajadores y trabajadoras de la salud tienen que vivir en primera persona a diario".
 
Para abordar esto se está trabajando con equipos de salud mental en los hospitales, a veces con equipos externos, incluso se ha incrementado la cantidad de personal para abordar estas situaciones. "En los hospitales se están llevando adelante talleres y espacios de elaboración colectiva de estas situaciones con los equipos de salud. Cuando es necesario, se hacen acompañamientos individuales"
 
La tercera línea tiene que ver con el cuidado de las personas internadas y sus familiares y afectos.


LA VACUNACIÓN Y LA ESPERANZA

"La vacunación es la cosa más maravillosa que podría habernos pasado", dijo Calmels sin dudarlo, al ser consultada por el impacto de la vacunación en la salud mental de la población. "Quien tenga la oportunidad de recorrer un vacunatorio va a poder percibir que es una verdadera fuente de vida lo que se vive ahí. Las personas lloran de emoción, se sacan fotos luego de vacunarse. Sin dudas que tiene un impacto positivo", dijo la funcionaria y agregó que "el ministerio lo pudo planificar no solo de una forma eficaz y organizada sino también muy amorosa".



 
LA LEY DE SALUD MENTAL Y LOS NEUROPSQUIÁTRICOS
 
Los neuropsiquiátricos, por ley no deberían existir en la Argentina. Así lo establece la ley Nacional de Salud Mental 26.657 aprobada en el 2010, la cual plantea el cambio de paradigma del abordaje de la salud mental por parte de las instituciones sanitarias, de un paradigma "hospitalocéntrico" a uno comunitario.
 
Sobre este punto, la funcionaria de Kicillof expresó: "El año pasado tuvimos un hito histórico vinculado al cumplimiento de la ley: generar el nombramiento de los directores de los cuatro neuropsiquiátricos públicos que son todos profesionales que vienen de los colectivos comprometidos con el cumplimiento de la ley, que vienen de experiencias muy intensas de trabajar los procesos de externación de los pacientes de neuropsiquiátricos a la comunidad".
 
Durante el año pasado la subsecretaría de Salud mental trabajó en un documento por resolución con los lineamientos de base para la elaboración de los planes de reforma, la cual implica una reforma completa de los modelos sanitarios de atención y a la vez el desarrollo de los componentes culturales, socioproductivos, de viviendas para que estas instituciones que hoy son hospitales monovalentes se transformen en una multiplicidad de espacios abiertos a sus comunidades.
 
El 10 de diciembre del 2020, día de los Derechos Humanos, se aprobaron los cuatro planes de adecuación, que exige la ley 26.657, a desarrollarse en 3 años con posibilidades de extender a 5. "Junto a eso generamos una resolución que prohíbe el ingreso de nuevos pacientes a los pabellones crónicos o de larga estadía; además de una serie de herramientas de monitoreo de los neuropsiquiátricos, que hace que hoy podamos tener números concretos que antes no teníamos: cuántas personas hay internadas, cuántas se externas, cuánto personal hay en cada psiquiátrico".
 
"Cuando asumimos el 10 de diciembre de 2019 había 1800 pacientes internados en neuropsiquiátricos en el sistema público de la Provincia. Hoy estamos en 1452. El problema es que la mayoría de los internados en neuropsiquiátricos están ahí por motivos sociales, más que por salud mental", expresó Julieta Calmels en diálogo con NuevaBA.