Críticas y manifestaciones

De qué se trata el nuevo Código Contravencional que generó protestas en La Plata

El Concejo Deliberante platense aprobó la actualización del Código de Convivencia Ciudadana impulsado por el intendente Julio Garro. Frente al Palacio Municipal, cientos de personas se agolparon en contra de esta legislación a la que calificaban de “represiva”. Los detalles de la normativa.

Por Juan Vera Visotsky


Ayer el Concejo Deliberante platense aprobó por mayoría la actualización del Código de Convivencia Ciudadana, en una jornada marcada por las protestas de parte de movimientos sociales y partidos políticos opositores a la gestión de Julio Garro. La nueva legislación entrará en vigencia en la ciudad dentro de 180 días. La votación fue de 14 votos contra 10.
 
Esta mega ordenanza aprobada ayer propone sancionar con fuertes multas, cursos de capacitación o trabajo comunitario a una batería de “conductas callejeras” que comprenden el uso del espacio público de la ciudad, entre las que se cuentan: la ocupación del espacio público, la venta ambulante, el maltrato animal, la quema de neumáticos, piquetes, taxistas "vuelteros", la quema de basura, los destrozos que pudieran producirse en el Último Primer Día o el manejo de los desechos industriales.
 
La polémica y la razón por la cual se generaron múltiples repudios y protestas tiene que ver con que varias de estas actividades actualmente se pueden ver día a día en las calles de la ciudad y han ido creciendo los últimos años con la crítica situación social y económica que atraviesan muchos habitantes de la ciudad.


 
Tal es la situación de los inmigrantes senegaleses que venden mercadería ambulante en las veredas más transitadas de la ciudad, mujeres y personas transgénero que practican el trabajo sexual, lavacoches, “trapitos”, artistas callejeros. Todos estos sectores se verían perjudicados por esta nueva normativa, ya que la policía tendrá vía libre para retirarlos del espacio público por la fuerza una vez que entre en vigencia.
 
Además, al tipificar prácticas vinculadas a la protesta social (como el corte de calle, la quema de neumáticos, marchas, reuniones sociales, entre otras) da vía libre a reprimir protestas sociales.  
 
“Es un código que mercantiliza el espacio público y lo cercena a la economía formal”, dijo la concejala del Frente de Todos, Yanina Lamberti en declaraciones a la radio Cadena Rio. “Profundiza las desigualdades que tiene nuestra ciudad. Está generado básicamente para regular el casco de la ciudad y desconociendo las realidades de la periferia de la ciudad”, agregó.



 
Esta ordenanza unifica contravenciones contempladas en otras legislaciones locales y suma otras, contemplando duras sanciones que podrían ir desde multas e inhabilitaciones hasta la realización de trabajos comunitarios o cursos de capacitación. El grueso de violaciones al código incluye diferente tipo de faltas relacionadas con la vida cotidiana en la ciudad.
 
La ordenanza contempla sanciones que pueden llegar hasta cerca del millón de pesos según cuál sea la falta. Pero en algunos casos también prevé la realización de tareas o servicios personales no remunerados de limpieza, conservación, restauración, ornamentación o afines, a favor de instituciones públicas municipales, educativas o asistenciales ubicadas dentro del ejido; al tiempo que también se incorporarán talleres o cursos temáticos de convivencia ciudadana con el fin de concientizar y reeducar en materia de seguridad vial, género, protección del ambiente, cuidado del espacio público y convivencia con animales.
 


Las multas tipificadas como polémicas
 
Entre las multas tipificadas por la nueva ordenanza se encuentran: la actividad “venta ilegal”, la ocupación de la vía pública con mercadería y el “ofrecimiento a viva voz o con adminículos sonoros de cualquier producto”, la venta ambulante en el espacio público, los “limpiavidrios” y “cuidacoches” (que no son mencionados pero si su actividad: quien "ofreciera cualquier servicio a quien se encuentre en el interior de vehículos, cuando estos se detengan en los semáforos, que pudieren poner en peligro su propia integridad física o afectaren al tráfico en la vía pública".)


 
Además, varios artículos fueron cuestionados por considerar que condicionan la protesta social, pese a desde el municipio se argumentó que es una búsqueda de un "equilibrio entre el derecho a manifestar y el derecho a circular". Por este motivo, el código señala que las manifestaciones y/o movilizaciones no deberán impedir el normal desarrollo del tránsito vehicular de la ciudad, quedando prohibido obstaculizar totalmente los carriles de circulación.


 
De este modo, el nuevo código establece sanciones "a quien incinerare neumáticos u otros objetos que produzcan gases tóxicos"; “a quienes estimulen o provoquen ruidos molestos perturbando la tranquilidad”; "las manifestaciones y/o movilizaciones deberán procurar no impedir el normal desarrollo del tránsito vehicular de la ciudad”; "queda expresamente prohibido obstaculizar totalmente los carriles de circulación, así como aquellos destinados al transporte público. Sobre este último punto se aclara: “El Departamento Ejecutivo podrá habilitar una excepción a este supuesto, en los casos de manifestaciones multitudinarias en las cuales no sea posible otra alternativa".


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