- Política
- 10.11.2021
Entrevista
Quetglas: “Argentina tiene la oportunidad de reconfigurar su territorio en la pospandemia”
El dirigente radical y candidato a diputado nacional expresó que "la única fuerza política" que puede limitar "al kirchnerismo es esta oposición unificada”. Respecto a una posible incorporación de sectores del liberalismo, aclaró que la ampliación no tiene que implicar "sumar por un lado y restar por el otro"
Por Juan Vera Visotsky
El radical Fabio Quetglas, que integra el puesto número 15 en la boleta que encabeza Diego Santilli, Graciela Ocaña y Facundo Manes en la Provincia de Buenos Aires, habló en exclusiva con NuevaBA y expresó: “Con el teletrabajo, Argentina tiene la oportunidad construir un federalismo material”.
También habló de los proyectos que piensa presentar en caso de renovar su banca en Diputados. Respecto a una posible incorporación de sectores de extrema derecha como los de Javier Milei a la coalición, expresó: "El espacio tiene que conservar su lugar de diálogo y debate para que las ampliaciones no signifiquen sumar por un lado y restar por el otro".
- ¿Cómo estás viviendo los últimos días de la elección y cómo ves a la alianza Juntos de cara a las PASO?
FQ: Me parece que es una campaña muy particular porque la Argentina y el mundo vienen de un año y medio muy delicado, donde estuvimos un tiempo largo sin ver la luz al final del túnel, lo cual hace estragos en la sensibilidad social, además de generar irritación, miedo. Hay que tener mucho cuidado porque estamos ante una sociedad que está angustiada, hastiada. Personalmente he tomado la decisión de aproximarme a los ciudadanos con propuestas, por supuesto que se insiste mucho en el escuchar y el estar cerca, pero creo que hoy la sociedad reclama en nosotros un rol más referencial, no solo de empatía, sino que los dirigentes saben qué hacer. Esta idea de estar cerca y acompañar constituye una parte de las obligaciones del sistema institucional. La otra parte es que a nosotros nos corresponde construir un horizonte.
Yo creo que esta campaña tuvo principalmente dos momentos, porque hasta el 12 de septiembre fue una campaña y luego de esa fecha la campaña fue otra, sobre todo para lo que fue Juntos. Nuestros militantes y las personas que adhieren a nuestras ideas han tenido un plus de estímulo con el resultado electoral y yo creo que es nuestro deber poner una cuota de responsabilidad. Nosotros precisamos que la gente vaya a votar, que nuestras propuestas sean lo suficientemente atractivas y responsables como para ser elegidas; fiscalizar la elección y demostrar que el sistema institucional argentino es permeable a este estado de ánimo de mucho enojo con el gobierno y hay una incipiente expectativa en relación a la oposición.
- ¿Qué propuestas tenés para presentar en el Congreso de la nación?
Principalmente me he centrado en dos paquetes de propuestas: una vinculada al territorio y a la configuración territorial de la Argentina para pensar sus ciudades medianas; y otro paquete de propuestas que tiene más que ver con lo que yo llamo la reconstrucción de la empresarialidad argentina. Yo creo que la Argentina no va a generar una economía más competitiva, más productiva y que genere más empleo si no se resignifica su empresarialidad. Tenemos pocas empresas, que mayoritariamente están descapitalizadas. En general el sistema institucional no ha sido amigable a la formación y al sostenimiento de las empresas; en términos culturales tenemos como un lastre con la vocación emprendedora y yo he tratado de poner esa agenda en consideración de que no se trata solo de estabilizar la macroeconomía que por supuesto es muy importante, sino también de saber cómo nos preparamos para producir bienes y servicios útiles que nos garanticen un ingreso de divisas; un ingreso de empleo de manera masiva y empleos de calidad que sean bien remunerados. He avanzado con esas dos agendas, más allá que argentina tiene muchos otros problemas. Estos han sido los que yo he puesto en consideración de los ciudadanos.
- ¿Podrías explayarte más en estos dos paquetes de propuestas sobre territorialidad y empresarialidad?
Yo insisto mucho en que la Argentina de la pospandemia tiene que aprovechar un fenómeno que se está consolidando que es el del teletrabajo. Argentina podría adaptar sus ciudades intermedias a la recepción de los teletrabajadores y eso podría contribuir a tener un federalismo material mejor del que tiene, con mayor actividad económica en ciudades medianas. El mundo va a consolidar una tendencia de demanda no solo de alimentos sino también de productos de origen animal trazables, inocuos; y este país tiene mucho para ofrecer en ese sentido, en la medida que tomemos el trabajo de generar esa cadena de valor. Yo insisto mucho en la necesidad de pensar las ciudades de tamaño intermedio.
- ¿Qué serían las ciudades de tamaño intermedio?
Nosotros en la Argentina tenemos unas 12, 14 o 15 áreas metropolitanas que concentran entre el 80% y 70% de la población; y tenemos un 7% u 8% en entornos rurales. En el medio, te queda un 15% o 20% de la población viviendo en ciudades que van de 10 mil a 150 mil habitantes. Esas ciudades por lo general están relativamente bien provistas de servicios, para el tamaño de población que tienen, y con alguna orientación de la inversión pública estarían en condiciones de transformarse en ciudades de alta calidad de vida y de generación de diversidad económica. Para que un teletrabajador que vive en Caballito o Vicente López se mude, por poner un ejemplo, a Pigué, en el interior de la Provincia, la calidad de conectividad ahí tiene que ser muy buena, con colegios bilingües para sus hijos, etc. Si Argentina selecciona 100 o 150 ciudades intermedias para generar condiciones de arraigo para el teletrabajo, esas ciudades van a mejorar muchisimo como ciudad, porque cambian los consumos culturales, mejoran las tramas comerciales, etc. Ahí el problema lo tendrían las áreas metropolitanas, pero habría que pensar algo en términos de gobernabilidad metropolitana que sería otra agenda, pero creo que Argentina tiene la oportunidad de reconfigurar su territorio en la pospandemia.
- Hay una cuestión que va ganando cada vez más espacio en la agenda política, que es lo socioambiental. ¿Qué se puede hacer desde el desarrollo urbano y territorial para contribuir en mejorar en el cuidado ambiental?
En primer lugar, quiero decir que no solo se puede, sino que se debe contribuir a lo ambiental. Nosotros como país tenemos muchisimo para mejorar en materia de agenda ambiental. Eso va desde lo que es los residuos sólidos urbanos, el modelo de movilidad, el consumo energético, Argentina tendría que dar cuatro o cinco iniciativas muy concretas para priorizar. Yo creo que, en las ciudades medianas, el 90% de los tránsitos y la movilidad podría ser en bicicleta. Existen ciudades intermedias como Bragado o Trenque Lauquen; que la distancia promedio entre los trabajadores y sus puestos de trabajo es de un kilómetro. Nosotros podríamos prácticamente eliminar el uso del auto, con lo que eso significa en términos de contaminación, aportes para la salud; huellas de carbono, etcetera. Si pudiera elegir 3 o 4 cosas sobre las cuales habría que elegir priorizaría el tema de residuos (en 10 años se podría eliminar el 100% de los basurales, como se hizo en otros países del mundo y de hecho se viene haciendo en el conurbano y ciudad de Buenos Aires); paradigma de movilidad y el estímulo hacia un hábitat más energéticamente sostenible para tomar tres iniciativas que la argentina podría priorizar para los próximos 10 años. Argentina debe asumir con seriedad tres o cuatro iniciativas ambientales que le permitan disminuir fuerte sus huellas de carbono e ir a los foros internacionales no con la sensación de incumplimiento, sino que estamos como otros países haciendo un esfuerzo que el planeta necesita.
-Volviendo a la agenda más política, el radicalismo viene envalentonado por la buena elección que hizo Facundo Manes en la provincia de Buenos Aires. ¿Creés que un radical puede llegar a liderar a los aliados del Pro, la Coalición Cívica y peronismo republicano como candidato para la presidencia y la gobernación en 2023?
El país cuenta con un mecanismo institucional para dirimir esto, que son las PASO. No creo que nadie nos diga "las candidaturas son de ustedes", sino que nos la vamos a tener que ganar y está bien que así sea. Lo que el radicalismo puede y debe exigir son mecanismos de competencia razonables. Después si un radical se considera apto por la aceptación ante la opinión pública y demás, probablemente para los radicales siempre va a ser preferible elegir a un radical. Nosotros tenemos una tarea de máxima responsabilidad que es garantizarle a la sociedad argentina que el espacio opositor está unido en los valores, que estamos en contra del proyecto hegemónico del kirchnerismo; y por supuesto que es un espacio en el que hay matices, cuya mejor forma de dirimir es siempre de cara a la ciudadanía. Ni el Pro tiene el derecho divino a encabezar una lista, ni el radicalismo lo tiene. Lo que todos los aliados de Juntos necesitan es un mecanismo institucional para dirimir estas cuestiones, y ahí el que gana encabeza y el que pierde contribuye en esta epopeya que tenemos que es reconstruir la Argentina. Nosotros tenemos una responsabilidad primigenia que es reconstruir a la sociedad argentina, desde donde nos toque.
-Los últimos días el candidato del liberalismo en la ciudad de Buenos Aires, Javier Milei, se mostró en sintonía con referentes del PRO como el expresidente Mauricio Macri y Patricia Bullrich. ¿Vos ves con buenos ojos una integración de los sectores de ultraderecha a Juntos?
Es un tema muy interesante. Yo creo que las incorporaciones a JXC tienen que ser parte de una deliberación entre las fuerzas políticas que la integramos. No lo digo en particular por la aproximación de Milei con Macri, sino para que cuando sumemos uno no restemos dos. Me parece que hay un montón de voces sentadas en la mesa que tienen algo para decir en cuanto a cuáles son los límites de esta construcción política. Creo que es legítimo que cada uno pueda proponer la incorporación de alguien, yo podría proponer la incorporación de Pablo Javkin (intendente de Rosario) y otro podría proponer que se incorpore (el gobernador de Córdoba, Juan) Schiaretti. Creo que si somos socios leales en la construcción de eso tenemos que construir un espacio institucional para que sea verdaderamente un crecimiento sostenible de la alianza. Conversar entre nosotros para ver cuál queremos que sea el perfil de la alianza, a qué publico queremos atender y cómo. Todos tenemos derecho a hacer sugerencias, yo particularmente creo que el eje que vertebra la política argentina hoy son el Frente de Todos, (que ha construido un perfil populista, un conservadurismo estatalita y demás) y Juntos, que es un proyecto político que reconoce los controles como una parte esencial del sistema republicano y el pluralismo como una deriva de la democracia, que cree que en la Argentina hay que hacer reformas importantes. Ese es el eje que divide la política argentina. Hay mucho por discutir ahí también, esos son los dos universos que se ponen en juego en estas elecciones. Una enorme cantidad de argentinos ha entendido que la única fuerza política que puede ponerle un límite a la experiencia populista es la oposición unificada. Creo que la fragmentación opositora es una de las condiciones de la consolidación populista en la Argentina.
-¿Entonces verías al radicalismo en alianza con el sector que encabeza Javier Milei y José Luis Espert?
Como dije recién, creo que el espacio tiene que conservar su lugar de diálogo y debate para que las ampliaciones no signifiquen sumar por un lado y restar por el otro.
El radical Fabio Quetglas, que integra el puesto número 15 en la boleta que encabeza Diego Santilli, Graciela Ocaña y Facundo Manes en la Provincia de Buenos Aires, habló en exclusiva con NuevaBA y expresó: “Con el teletrabajo, Argentina tiene la oportunidad construir un federalismo material”.
También habló de los proyectos que piensa presentar en caso de renovar su banca en Diputados. Respecto a una posible incorporación de sectores de extrema derecha como los de Javier Milei a la coalición, expresó: "El espacio tiene que conservar su lugar de diálogo y debate para que las ampliaciones no signifiquen sumar por un lado y restar por el otro".
- ¿Cómo estás viviendo los últimos días de la elección y cómo ves a la alianza Juntos de cara a las PASO?
FQ: Me parece que es una campaña muy particular porque la Argentina y el mundo vienen de un año y medio muy delicado, donde estuvimos un tiempo largo sin ver la luz al final del túnel, lo cual hace estragos en la sensibilidad social, además de generar irritación, miedo. Hay que tener mucho cuidado porque estamos ante una sociedad que está angustiada, hastiada. Personalmente he tomado la decisión de aproximarme a los ciudadanos con propuestas, por supuesto que se insiste mucho en el escuchar y el estar cerca, pero creo que hoy la sociedad reclama en nosotros un rol más referencial, no solo de empatía, sino que los dirigentes saben qué hacer. Esta idea de estar cerca y acompañar constituye una parte de las obligaciones del sistema institucional. La otra parte es que a nosotros nos corresponde construir un horizonte.
Yo creo que esta campaña tuvo principalmente dos momentos, porque hasta el 12 de septiembre fue una campaña y luego de esa fecha la campaña fue otra, sobre todo para lo que fue Juntos. Nuestros militantes y las personas que adhieren a nuestras ideas han tenido un plus de estímulo con el resultado electoral y yo creo que es nuestro deber poner una cuota de responsabilidad. Nosotros precisamos que la gente vaya a votar, que nuestras propuestas sean lo suficientemente atractivas y responsables como para ser elegidas; fiscalizar la elección y demostrar que el sistema institucional argentino es permeable a este estado de ánimo de mucho enojo con el gobierno y hay una incipiente expectativa en relación a la oposición.
- ¿Qué propuestas tenés para presentar en el Congreso de la nación?
Principalmente me he centrado en dos paquetes de propuestas: una vinculada al territorio y a la configuración territorial de la Argentina para pensar sus ciudades medianas; y otro paquete de propuestas que tiene más que ver con lo que yo llamo la reconstrucción de la empresarialidad argentina. Yo creo que la Argentina no va a generar una economía más competitiva, más productiva y que genere más empleo si no se resignifica su empresarialidad. Tenemos pocas empresas, que mayoritariamente están descapitalizadas. En general el sistema institucional no ha sido amigable a la formación y al sostenimiento de las empresas; en términos culturales tenemos como un lastre con la vocación emprendedora y yo he tratado de poner esa agenda en consideración de que no se trata solo de estabilizar la macroeconomía que por supuesto es muy importante, sino también de saber cómo nos preparamos para producir bienes y servicios útiles que nos garanticen un ingreso de divisas; un ingreso de empleo de manera masiva y empleos de calidad que sean bien remunerados. He avanzado con esas dos agendas, más allá que argentina tiene muchos otros problemas. Estos han sido los que yo he puesto en consideración de los ciudadanos.
- ¿Podrías explayarte más en estos dos paquetes de propuestas sobre territorialidad y empresarialidad?
Yo insisto mucho en que la Argentina de la pospandemia tiene que aprovechar un fenómeno que se está consolidando que es el del teletrabajo. Argentina podría adaptar sus ciudades intermedias a la recepción de los teletrabajadores y eso podría contribuir a tener un federalismo material mejor del que tiene, con mayor actividad económica en ciudades medianas. El mundo va a consolidar una tendencia de demanda no solo de alimentos sino también de productos de origen animal trazables, inocuos; y este país tiene mucho para ofrecer en ese sentido, en la medida que tomemos el trabajo de generar esa cadena de valor. Yo insisto mucho en la necesidad de pensar las ciudades de tamaño intermedio.
[TRIBUNA]
— Revista Seúl (@RevistaSeul) November 8, 2021
UN PAÍS DE PROPIETARIOS
Mis 14 propuestas para el período legislativo 2021-2025.
por @fabiojquetglas https://t.co/YY5YiLNxrK
- ¿Qué serían las ciudades de tamaño intermedio?
Nosotros en la Argentina tenemos unas 12, 14 o 15 áreas metropolitanas que concentran entre el 80% y 70% de la población; y tenemos un 7% u 8% en entornos rurales. En el medio, te queda un 15% o 20% de la población viviendo en ciudades que van de 10 mil a 150 mil habitantes. Esas ciudades por lo general están relativamente bien provistas de servicios, para el tamaño de población que tienen, y con alguna orientación de la inversión pública estarían en condiciones de transformarse en ciudades de alta calidad de vida y de generación de diversidad económica. Para que un teletrabajador que vive en Caballito o Vicente López se mude, por poner un ejemplo, a Pigué, en el interior de la Provincia, la calidad de conectividad ahí tiene que ser muy buena, con colegios bilingües para sus hijos, etc. Si Argentina selecciona 100 o 150 ciudades intermedias para generar condiciones de arraigo para el teletrabajo, esas ciudades van a mejorar muchisimo como ciudad, porque cambian los consumos culturales, mejoran las tramas comerciales, etc. Ahí el problema lo tendrían las áreas metropolitanas, pero habría que pensar algo en términos de gobernabilidad metropolitana que sería otra agenda, pero creo que Argentina tiene la oportunidad de reconfigurar su territorio en la pospandemia.
- Hay una cuestión que va ganando cada vez más espacio en la agenda política, que es lo socioambiental. ¿Qué se puede hacer desde el desarrollo urbano y territorial para contribuir en mejorar en el cuidado ambiental?
En primer lugar, quiero decir que no solo se puede, sino que se debe contribuir a lo ambiental. Nosotros como país tenemos muchisimo para mejorar en materia de agenda ambiental. Eso va desde lo que es los residuos sólidos urbanos, el modelo de movilidad, el consumo energético, Argentina tendría que dar cuatro o cinco iniciativas muy concretas para priorizar. Yo creo que, en las ciudades medianas, el 90% de los tránsitos y la movilidad podría ser en bicicleta. Existen ciudades intermedias como Bragado o Trenque Lauquen; que la distancia promedio entre los trabajadores y sus puestos de trabajo es de un kilómetro. Nosotros podríamos prácticamente eliminar el uso del auto, con lo que eso significa en términos de contaminación, aportes para la salud; huellas de carbono, etcetera. Si pudiera elegir 3 o 4 cosas sobre las cuales habría que elegir priorizaría el tema de residuos (en 10 años se podría eliminar el 100% de los basurales, como se hizo en otros países del mundo y de hecho se viene haciendo en el conurbano y ciudad de Buenos Aires); paradigma de movilidad y el estímulo hacia un hábitat más energéticamente sostenible para tomar tres iniciativas que la argentina podría priorizar para los próximos 10 años. Argentina debe asumir con seriedad tres o cuatro iniciativas ambientales que le permitan disminuir fuerte sus huellas de carbono e ir a los foros internacionales no con la sensación de incumplimiento, sino que estamos como otros países haciendo un esfuerzo que el planeta necesita.
-Volviendo a la agenda más política, el radicalismo viene envalentonado por la buena elección que hizo Facundo Manes en la provincia de Buenos Aires. ¿Creés que un radical puede llegar a liderar a los aliados del Pro, la Coalición Cívica y peronismo republicano como candidato para la presidencia y la gobernación en 2023?
El país cuenta con un mecanismo institucional para dirimir esto, que son las PASO. No creo que nadie nos diga "las candidaturas son de ustedes", sino que nos la vamos a tener que ganar y está bien que así sea. Lo que el radicalismo puede y debe exigir son mecanismos de competencia razonables. Después si un radical se considera apto por la aceptación ante la opinión pública y demás, probablemente para los radicales siempre va a ser preferible elegir a un radical. Nosotros tenemos una tarea de máxima responsabilidad que es garantizarle a la sociedad argentina que el espacio opositor está unido en los valores, que estamos en contra del proyecto hegemónico del kirchnerismo; y por supuesto que es un espacio en el que hay matices, cuya mejor forma de dirimir es siempre de cara a la ciudadanía. Ni el Pro tiene el derecho divino a encabezar una lista, ni el radicalismo lo tiene. Lo que todos los aliados de Juntos necesitan es un mecanismo institucional para dirimir estas cuestiones, y ahí el que gana encabeza y el que pierde contribuye en esta epopeya que tenemos que es reconstruir la Argentina. Nosotros tenemos una responsabilidad primigenia que es reconstruir a la sociedad argentina, desde donde nos toque.
-Los últimos días el candidato del liberalismo en la ciudad de Buenos Aires, Javier Milei, se mostró en sintonía con referentes del PRO como el expresidente Mauricio Macri y Patricia Bullrich. ¿Vos ves con buenos ojos una integración de los sectores de ultraderecha a Juntos?
Es un tema muy interesante. Yo creo que las incorporaciones a JXC tienen que ser parte de una deliberación entre las fuerzas políticas que la integramos. No lo digo en particular por la aproximación de Milei con Macri, sino para que cuando sumemos uno no restemos dos. Me parece que hay un montón de voces sentadas en la mesa que tienen algo para decir en cuanto a cuáles son los límites de esta construcción política. Creo que es legítimo que cada uno pueda proponer la incorporación de alguien, yo podría proponer la incorporación de Pablo Javkin (intendente de Rosario) y otro podría proponer que se incorpore (el gobernador de Córdoba, Juan) Schiaretti. Creo que si somos socios leales en la construcción de eso tenemos que construir un espacio institucional para que sea verdaderamente un crecimiento sostenible de la alianza. Conversar entre nosotros para ver cuál queremos que sea el perfil de la alianza, a qué publico queremos atender y cómo. Todos tenemos derecho a hacer sugerencias, yo particularmente creo que el eje que vertebra la política argentina hoy son el Frente de Todos, (que ha construido un perfil populista, un conservadurismo estatalita y demás) y Juntos, que es un proyecto político que reconoce los controles como una parte esencial del sistema republicano y el pluralismo como una deriva de la democracia, que cree que en la Argentina hay que hacer reformas importantes. Ese es el eje que divide la política argentina. Hay mucho por discutir ahí también, esos son los dos universos que se ponen en juego en estas elecciones. Una enorme cantidad de argentinos ha entendido que la única fuerza política que puede ponerle un límite a la experiencia populista es la oposición unificada. Creo que la fragmentación opositora es una de las condiciones de la consolidación populista en la Argentina.
-¿Entonces verías al radicalismo en alianza con el sector que encabeza Javier Milei y José Luis Espert?
Como dije recién, creo que el espacio tiene que conservar su lugar de diálogo y debate para que las ampliaciones no signifiquen sumar por un lado y restar por el otro.
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