- Política
- 08.05.2022
Gestión
La intervención de barrios populares y “la mejora de calidad de vida de las personas”
Mediante el registro nacional de barrios populares (RENABAP) se busca “mejorar y ampliar el equipamiento social y de infraestructura” de barrios postergados. El caso de Mar del Plata y las empresas cooperativas.
Por Alexis Grierson
Si uno imaginara que una política pública apuntaría a mejorar la infraestructura de barrios postergados -no sólo en los servicios sino también en las mismas condiciones edilicias de cada uno de los hogares de dichos barrios- que además las obras serían llevadas adelante en su gran mayoría por cooperativas de trabajo, y que tienen importantes inversiones...parece algo imposible.
Pues no. El Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP) es un programa que, a grandes rasgos, hace exactamente eso: es un programa que se enmarca dentro de la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU) dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a partir del cual lo que se busca la integración socio urbana de determinados barrios.
NuevaBA intentó profundizar en esta gestión -no muy conocida- del gobierno nacional que tiene injerencia en un importantísimo porcentaje del territorio bonaerense, tanto en el conurbano como en el interior de la Provincia, y encontró casos exitosos y una política, según uno de los ingenieros que trabaja en este programa, “cumple con la función que para mí tiene la política, que es mejorar la calidad de vida a las personas”.
El objetivo
El RENABAP busca, desde el Estado, mejorar y ampliar el equipamiento social y de infraestructura: no sólo el acceso a los servicios públicos, sino también el tratamiento de espacios libres, la eliminación de barreras urbanas y mejora de la conectividad y accesibilidad. Todo de forma integral y casi simultánea.
Son múltiples formas de llegar al territorio: desde obras de infraestructura a subsidios para ampliar las casas como sucede con uno de los programas que se denomina Mi Pieza.
Hay que tener en cuenta que las obras denominadas Proyectos de Obras Tempranas, buscan mejorar las condiciones de hábitat precarias. ¿Cuáles son estas obras? Desde plazas, veredas peatonales, instalaciones eléctricas intradomiciliarias, instalaciones de agua con colocación de tanque de reserva, salones de usos múltiples, playones deportivos, arbolado urbano, entre otras. No todas las obras se destinan a todos los barrios, sino que se arman paquetes de prioridades en base a la demanda relevada.
Justamente, es fundamental el rol de las organizaciones sociales que censan el barrio con los detalles que permitan delinear las urgencias en los trabajos. Según el informe al que logró acceder NuevaBA, “hay 5000 barrios populares, que son barrios que han sido segregados de los centros urbanos y de alguna manera marginados a la hora de realizar obras donde habitan familias de clase media baja y baja”.
En general, como son barrios lejanos a los centros urbanos los ejecutivos municipales no llegan y aumentan aún más la desigualdad entre los centros urbanos y las periferias. En definitiva, lo que busca este programa “es integrar mediante obras a esos barrios marginados a la ciudad. En muchos casos, son barrios que se fueron armando de a poco en una situación de crisis habitacional cada vez más grande”.
El rol de las cooperativas de trabajos
La intención es generar un circuito virtuoso entre las organizaciones sociales y las cooperativas de trabajo encargadas de “poner la mano de obra al proyecto contratan a su vez a profesionales del rubro de la construcción para realizar la representación técnica” indicó Marcos Pascua, ingeniero del Programa, a NuevaBA.
“Lo más interesante es la composición de estas cooperativas, con personas con experiencia en el oficio pero también con personas que no, lo que permite formarlos para que el día de mañana pueda ser una salida laboral. Y claro, las cooperativas también están conformadas por mujeres, quienes de esta manera se pueden insertar en un rubro totalmente machista. Además, muchas cooperativas están conformadas por gente que vive en el barrio, creando un sentido de pertenencia aun mayor con las obras que allí se realizan”.
“Es un golpe de realidad ver estas situaciones”
El ingeniero, egresado de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), explicó que el programa tiene asignados auditores externos que mediante visitas mensuales sigue de cerca cómo se desarrolla el proceso y en qué condiciones. “Ahí entro yo” explicó, y señaló un convenio que la SISU generó con UNICEN con varios profesionales distribuidos por toda la Provincia justamente por su amplitud en objetivos.
Si bien Pascua se encuentra radicado en Necochea (donde hay barrios intervenidos por el programa) admitió que uno de los casos modelo más emblemáticos es el de Nuevo Golf, en Mar del Plata, donde el círculo virtuoso fue el ideal. “Se realizó el relevamiento, se encontraron las demandas urgentes, y el Estado dejó en manos de una cooperativa de trabajo que ya venía trabajando en otros barrios y la experiencia fue exitosa por donde se la mire” dijo.
Este rol social incluso sale de algunos parámetros de formación: “se forman profesionales en forma aislada, sin tomar conocimiento del contexto en el que vivimos y la realidad es que para nuestra formación es fundamental saber cuáles son las necesidades de infraestructura de una sociedad”.
La política y “mejorar la calidad de vida”
Para el ingeniero que sigue de cerca estos trabajos en todo el territorio bonaerense “la parte más gratificante de esto es ver cuando los vecinos y vecinas de los barrios cuentan que ahora pueden salir del barrio los días de lluvia sin embarrarse porque tienen una vereda o que su hijo o hija puede andar en bicicleta, patines o rollers y ni hablar de las familias que tenían temor por las conexiones eléctricas que tenían realizadas en formas precarias y ahora, gracias a este programa no”.
En el caso de Mar del Plata, por ejemplo, “aquellos barrios que se quedaban sin suministro de agua en verano debido a la alta demanda por turismo, ahora tienen la posibilidad de contar con un tanque de reserva y asegurarse la provisión de agua en esos casos”.
“En definitiva, este programa cumple con la función que para mí tiene la política, que es mejorar la calidad de vida a las personas” cerró el joven profesional.
Si uno imaginara que una política pública apuntaría a mejorar la infraestructura de barrios postergados -no sólo en los servicios sino también en las mismas condiciones edilicias de cada uno de los hogares de dichos barrios- que además las obras serían llevadas adelante en su gran mayoría por cooperativas de trabajo, y que tienen importantes inversiones...parece algo imposible.
Pues no. El Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP) es un programa que, a grandes rasgos, hace exactamente eso: es un programa que se enmarca dentro de la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU) dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a partir del cual lo que se busca la integración socio urbana de determinados barrios.
NuevaBA intentó profundizar en esta gestión -no muy conocida- del gobierno nacional que tiene injerencia en un importantísimo porcentaje del territorio bonaerense, tanto en el conurbano como en el interior de la Provincia, y encontró casos exitosos y una política, según uno de los ingenieros que trabaja en este programa, “cumple con la función que para mí tiene la política, que es mejorar la calidad de vida a las personas”.
El objetivo
El RENABAP busca, desde el Estado, mejorar y ampliar el equipamiento social y de infraestructura: no sólo el acceso a los servicios públicos, sino también el tratamiento de espacios libres, la eliminación de barreras urbanas y mejora de la conectividad y accesibilidad. Todo de forma integral y casi simultánea.
Son múltiples formas de llegar al territorio: desde obras de infraestructura a subsidios para ampliar las casas como sucede con uno de los programas que se denomina Mi Pieza.
Hay que tener en cuenta que las obras denominadas Proyectos de Obras Tempranas, buscan mejorar las condiciones de hábitat precarias. ¿Cuáles son estas obras? Desde plazas, veredas peatonales, instalaciones eléctricas intradomiciliarias, instalaciones de agua con colocación de tanque de reserva, salones de usos múltiples, playones deportivos, arbolado urbano, entre otras. No todas las obras se destinan a todos los barrios, sino que se arman paquetes de prioridades en base a la demanda relevada.
Justamente, es fundamental el rol de las organizaciones sociales que censan el barrio con los detalles que permitan delinear las urgencias en los trabajos. Según el informe al que logró acceder NuevaBA, “hay 5000 barrios populares, que son barrios que han sido segregados de los centros urbanos y de alguna manera marginados a la hora de realizar obras donde habitan familias de clase media baja y baja”.
En general, como son barrios lejanos a los centros urbanos los ejecutivos municipales no llegan y aumentan aún más la desigualdad entre los centros urbanos y las periferias. En definitiva, lo que busca este programa “es integrar mediante obras a esos barrios marginados a la ciudad. En muchos casos, son barrios que se fueron armando de a poco en una situación de crisis habitacional cada vez más grande”.
El rol de las cooperativas de trabajos
La intención es generar un circuito virtuoso entre las organizaciones sociales y las cooperativas de trabajo encargadas de “poner la mano de obra al proyecto contratan a su vez a profesionales del rubro de la construcción para realizar la representación técnica” indicó Marcos Pascua, ingeniero del Programa, a NuevaBA.
“Lo más interesante es la composición de estas cooperativas, con personas con experiencia en el oficio pero también con personas que no, lo que permite formarlos para que el día de mañana pueda ser una salida laboral. Y claro, las cooperativas también están conformadas por mujeres, quienes de esta manera se pueden insertar en un rubro totalmente machista. Además, muchas cooperativas están conformadas por gente que vive en el barrio, creando un sentido de pertenencia aun mayor con las obras que allí se realizan”.
“Es un golpe de realidad ver estas situaciones”
El ingeniero, egresado de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), explicó que el programa tiene asignados auditores externos que mediante visitas mensuales sigue de cerca cómo se desarrolla el proceso y en qué condiciones. “Ahí entro yo” explicó, y señaló un convenio que la SISU generó con UNICEN con varios profesionales distribuidos por toda la Provincia justamente por su amplitud en objetivos.
Si bien Pascua se encuentra radicado en Necochea (donde hay barrios intervenidos por el programa) admitió que uno de los casos modelo más emblemáticos es el de Nuevo Golf, en Mar del Plata, donde el círculo virtuoso fue el ideal. “Se realizó el relevamiento, se encontraron las demandas urgentes, y el Estado dejó en manos de una cooperativa de trabajo que ya venía trabajando en otros barrios y la experiencia fue exitosa por donde se la mire” dijo.
“Lo más interesante de este trabajo es que es un golpe de realidad ya que me toca ver situaciones que desconocía totalmente o que me era más común verlas por televisión, pero además me permite cumplir un rol social que para mí la ingeniería civil o la arquitectura tienen como nexo entre las políticas públicas y las necesidades de las personas”.
Este rol social incluso sale de algunos parámetros de formación: “se forman profesionales en forma aislada, sin tomar conocimiento del contexto en el que vivimos y la realidad es que para nuestra formación es fundamental saber cuáles son las necesidades de infraestructura de una sociedad”.
La política y “mejorar la calidad de vida”
Para el ingeniero que sigue de cerca estos trabajos en todo el territorio bonaerense “la parte más gratificante de esto es ver cuando los vecinos y vecinas de los barrios cuentan que ahora pueden salir del barrio los días de lluvia sin embarrarse porque tienen una vereda o que su hijo o hija puede andar en bicicleta, patines o rollers y ni hablar de las familias que tenían temor por las conexiones eléctricas que tenían realizadas en formas precarias y ahora, gracias a este programa no”.
En el caso de Mar del Plata, por ejemplo, “aquellos barrios que se quedaban sin suministro de agua en verano debido a la alta demanda por turismo, ahora tienen la posibilidad de contar con un tanque de reserva y asegurarse la provisión de agua en esos casos”.
“En definitiva, este programa cumple con la función que para mí tiene la política, que es mejorar la calidad de vida a las personas” cerró el joven profesional.
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- Alexis Grierson
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