Intendentes opositores y oficialistas se pronunciaron respecto a la municipalización de los planes sociales

Por Juan Vera Visotsky



El debate por la administración de los planes sociales se posicionó fuerte en la agenda política desde que Cristina Fernández de Kirchner los mencionó en el discurso en Avellaneda. Tras la alocución de la vicepresidenta, la respuesta de los movimientos sociales, (muchos de los cuales conforman hoy el oficialismo) no se hizo esperar, así como el respaldo del presidente de la nación a los mismos.
 
En la provincia, los actores que se metieron en la discusión son los jefes y jefas comunales, algunos de los cuales vienen hace algún tiempo reclamando lo que la dos veces presidenta de la nación expuso el lunes. La novedad es que tanto desde la oposición de Juntos por el Cambio como desde el oficialismo salieron a respaldar dicha postura.
 
Por parte de la oposición quien sentó postura públicamente fue el intendente de Lanús, Nestor Grindetti. El aspirante a gobernador de Juntos compartió un comunicado en el cual expresó que deberían ser los municipios los receptores de las partidas presupuestarias “con la nómina de beneficiarios y son las gobernaciones locales quienes deben asignarle una tarea”, a los mismos. También dice que los municipios deberían: “Controlar el presentismo y el cumplimiento efectivo de las actividades con un esquema de incentivos que permitan poco a poco mejorar la situación laboral de cada trabajador como así también favorecer el estudio y la formación, fundamentalmente en oficios que les permitan suplir un déficit evidente del mercado laboral actual”.
 

 
En otras palabras, la propuesta del lanusense es para que los municipios sean los encargados de transformar los planes sociales en planes de trabajo, como se viene repitiendo desde hace algún tiempo. Cabe destacar que esto significaría una caja de ingresos considerable para los gobiernos locales, que pasarían a ocuparse en actores importantes de la generación de empleo.   
 
No es solo la posición del intendente PRO, sino también la de su compañero de Hacemos Juntos, Julio Garro quien, si bien no ha sentado postura al respecto, si viene reclamando que los municipios deben tener mayor autonomía y manejo de recursos para descentralizar el control y la ejecución de programas. Es parte de la plataforma que ambos vienen impulsando para que un intendente sea candidato en 2023.
 
Del lado del oficialismo, el intendente de Pehuajó, Pablo Zurro se mostró hoy con la vicepresidenta, quien compartió en sus redes sociales una foto del encuentro en el cual le “acercó una propuesta para transformar los planes sociales que hay en esa ciudad en trabajo”. Según Cristina, el proyecto también se la envió al Ministro de Desarrollo Social de la Nación, el albertista Juan Zabaleta.
 

 
Y del lado del gobierno bonaerense, el jefe de gabinete e intendente en uso de licencia, Martín Insaurralde, también se posicionó a favor de la postura de la vicepresidenta para contener los planes sociales en la órbita estatal.
 
Según pudo saber este portal, varios intendentes del oficialismo estarían a favor de esta iniciativa, aunque algunos todavía se debaten si apoyar o no, en función de las directivas de los altos mandos del Frente de Todos. Es que hay varias propuestas en pugna, entre las que están el proyecto de Salario Básico Universal, impulsado por el kirchnerismo y el Frente Patria Grande que comanda Juan Grabois, líder social que viene militando esta propuesta desde hace tiempo.
 
También entra en juego en este debate el rol de los movimientos sociales y su vínculo con la política nacional y provincial. Al respecto, Fernando “Chino” Navarro, lider del “Movimiento Evita” y apuntado sin ser nombrado por Cristina el lunes (“Ay si los viera Evita”) defendió la permanencia de los movimientos sociales con estas cajas, argumentando que durante gobiernos neoliberales como el de Mauricio Macri “fueron los movimientos sociales los que contuvieron” a las masas desocupadas y excluidas por las políticas de Estado. En caso de un eventual retorno de JXC al gobierno nacional y de la aplicación de políticas de ese estilo, los movimientos sociales podrían continuar con su rol de contener a esa población, según su argumento.