Violencias machistas: el desafío de acercar las políticas de género a los varones

Por Juan Vera Visotsky



Auxiliar a mujeres y diversidades que están atravesando una situación de violencia por motivos de género no es tarea sencilla. Requiere la intervención de equipos interdisciplinarios que puedan ayudar a la persona a mantener la salud física y mental, asesoramiento en lo legal y en lo económico. Más grande aun es el desafío de erradicar el origen de las violencias machistas: las conductas perpetradas por los propios varones que nacieron y crecieron ostentando una posición de privilegio por motivos de género.
 
En esa dirección se orienta la línea de atención telefónica Hablemos de primera escucha y derivación para varones que ejercen violencia, o bien que están en conflicto con la ley penal por haber ejercido violencia.
 
La Línea 221-602 4003 forma parte del abordaje integral de las violencias por razones de género y funciona en el marco del Servicio de Atención a la Comunidad del Colegio de Psicólogas y Psicólogos de lunes a viernes de 9 a 17 horas. El objetivo principal de esta política es facilitar el acceso a una primera escucha profesional con el varón agresor como una invitación a la reflexión y el inicio de un proceso de deconstrucción. En simultaneo, funciona como medida preventiva orientada a reforzar la protección integral de las mujeres, niñas, niños y adolescentes.
 
“Gran porcentaje de los llamados son derivados de la justicia. No es que llaman por reconocer un tipo de agresión de su parte”, explicó a este portal Ariel Sánchez, director de Promoción de Masculinidades para la Igualdad, del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad. “Apuntamos a que aumenten los números de llamados por motivación propia de los varones, y no que quede únicamente en casos de causas judiciales”, añadió.
 
En tanto medida “no punitiva” orientada a los varones agresores, la línea busca a mediano y largo plazo reducir el riesgo de violencia hacia mujeres y niños (siendo así una política de prevención), además de instar al agresor a un proceso de reflexión. La asistencia integral se da través de una escucha activa que permite registrar factores de riesgo, atender diferentes modalidades y tipos de violencias de género.


 
Una vez hecha la evaluación de riesgo, se deriva a espacios de escucha y reflexión que pueden ser grupales o individuales. “Eso depende de las realidades de cada lugar de donde estén llamando. Lo habitual es que se derive a un espacio de contención individual”, explicó Ariel Sánchez. Cabe mencionar que las consultas son confidenciales.
 
Los menores de edad son derivados a servicios de Salud Mental y servicios locales de Niñez y Adolescencia, mientras que las personas con consumo problemático son derivados a centros de atención específicos.
El último tiempo hubo picos de llamados por motus propio a la línea cuando toma relevancia mediática o se viraliza algún hecho de violencia de género con impacto, como puede ser un femicidio. En ocasiones los que llaman porque se ven presionados a hacerlo en el marco de una causa penal por violencia de género en su contra no reconocen acciones violentas de su parte, pese a la denuncia en su contra. “El desafío que tenemos hoy en día es el de acortar la distancia que hay entre los varones y las políticas de género. En general no se asocia que las políticas de género también pueden incluirlos a ellos”, agrega Sanchez en diálogo con NuevaBA.
 
En ese sentido las patas comunicacionales de estas campañas jugarán un rol importante, tanto en medios de comunicación, en redes sociales y en articulación con otros ministerios e instituciones de la sociedad. “El trabajo para la erradicación de las violencias de género debe incluir medidas y actividades que permitan problematizar las estructuras sociales, los discursos y las tramas que profundizan las desigualdades y legitiman las posiciones de superioridad”, expresa el informe de la Línea Hablemos del año 2021.