- Política
- 16.09.2022
La interna de Juntos, en llamas
Macri volvió al interior bonaerense, endureció el discurso y ¿deja abierta la candidatura?
Estuvo en Junín y Pergamino, junto a varios concejales y legisladores. Lejos de conciliar, busca ensanchar la grieta con el kirchnerismo. Mientras tanto, se prepara una escuela de dirigentes en la sede Pro.
Por Alexis Grierson
Algunos de forma sorpresiva, otros sabiéndolo al menos 48 horas antes, la mayoría se sorprendió por la llegada del ex Presidente Mauricio Macri al interior bonaerense, a los distritos de Junín y Pergamino, con varias actividades de campaña, sin descartar su candidatura y preparando su escuela de dirigentes en la sede de Capital Federal.
Con un discurso más duro, pero sin descartar una reunión con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner (con la Constitución sobre la mesa) Macri se mostró por primera vez tras el intento de asesinato a la dirigente del Frente de Todos.
En diálogo con NuevaBA, dirigentes que participaron del encuentro señalaron que el ex Presidente “mostró predisposición a dialogar siempre y cuando del ‘otro lado’ admitan que formaron parte de la generación de odio no sólo con frases, sino con políticas aplicadas a nuestro país y que terminaron en esta crisis”.
El ex Presidente fue mucho más prudente: “con la Constitución sobre la mesa, sí” respondió, ante la consulta de si se reuniría con la vicepresidenta.
Además, no ocultó –pero tampoco expuso- su deseo de ser candidato en 2023. En otras palabras, su segundo tiempo: estas dudas siguen a flor de piel en un contexto donde al menos otros dos dirigentes Pro quieren ser candidatos, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.
La ex Ministra de Seguridad sabe que esto puede pasar pero, mientras tanto, se erige con un discurso similar, casi como su representante. Larreta apuesta un pleno a un Pro más “moderado” y a pesar de tener varios gestos más de grieta, quedó encasillado en un lugar de moderado. “Lo que la Argentina necesite” repiten muchos de los que desean que el Jefe de Gobierno Porteño llegue al sillón de Rivadavia.
Mientras tanto, Macri observa cómo se mueven las piezas del ajedrez del Pro. Ahora, le tocó mover a él.
Algunos de forma sorpresiva, otros sabiéndolo al menos 48 horas antes, la mayoría se sorprendió por la llegada del ex Presidente Mauricio Macri al interior bonaerense, a los distritos de Junín y Pergamino, con varias actividades de campaña, sin descartar su candidatura y preparando su escuela de dirigentes en la sede de Capital Federal.
Con un discurso más duro, pero sin descartar una reunión con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner (con la Constitución sobre la mesa) Macri se mostró por primera vez tras el intento de asesinato a la dirigente del Frente de Todos.
Junto a intendentes –con Pablo Petrecca y Javier Martínez a la cabeza- concejales y legisladores, Macri evitó llevar su discurso a un tono de conciliación y acusó a CFK de que lo “más grave” es que representa lo que “ha destruido a la Argentina”.
En diálogo con NuevaBA, dirigentes que participaron del encuentro señalaron que el ex Presidente “mostró predisposición a dialogar siempre y cuando del ‘otro lado’ admitan que formaron parte de la generación de odio no sólo con frases, sino con políticas aplicadas a nuestro país y que terminaron en esta crisis”.
El ex Presidente fue mucho más prudente: “con la Constitución sobre la mesa, sí” respondió, ante la consulta de si se reuniría con la vicepresidenta.
Además, no ocultó –pero tampoco expuso- su deseo de ser candidato en 2023. En otras palabras, su segundo tiempo: estas dudas siguen a flor de piel en un contexto donde al menos otros dos dirigentes Pro quieren ser candidatos, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.
La ex Ministra de Seguridad sabe que esto puede pasar pero, mientras tanto, se erige con un discurso similar, casi como su representante. Larreta apuesta un pleno a un Pro más “moderado” y a pesar de tener varios gestos más de grieta, quedó encasillado en un lugar de moderado. “Lo que la Argentina necesite” repiten muchos de los que desean que el Jefe de Gobierno Porteño llegue al sillón de Rivadavia.
Mientras tanto, Macri observa cómo se mueven las piezas del ajedrez del Pro. Ahora, le tocó mover a él.
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