La gloria eterna: los festejos por la consagración de Argentina campeón del mundo en la provincia

Por Juan Vera Visotsky



Gonzalo Montiel mira firme la pelota. El arquero francés no atajó ninguno de los tres penales anteriores. En su pierna derecha está depositada la felicidad y alegría de un pueblo. Lo sabe. La pelota se va a enfilar derechita a la esquina izquierda del arco, al otro lado de donde se tiró Hugo Lloris. A miles de kilómetros, en su ciudad natal de La Matanza, gritaron ese gol como si lo hubieran metido ellos. Porque en las piernas de “Cachete” estaban también las energías de las y los habitantes del partido de dos millones de habitantes.

Después que Lionel Messi levantara la copa de seis mil ciento setenta gramosn con su velo negro trasparente qatarí, las calles centrales de todas las ciudades de la provincia se llenaron de gente con camisetas. Hombres, mujeres, niños, abuelos y abuelas con las camisetas, la trucha, la original, la réplica, cualquiera. Algunas y algunos habrán disfrutado el título de 1986 con la magia de Diego Maradona. La enorme mayoría disfruta de un título mundial por primera vez en su vida.





A las 17 horas la avenida Além de Bahía Blanca se encuentra cortada, no por autoridades, sino por la marea de gente que acude con conservadoras, equipos de mate, botellas de agua. En un geriatrico a dos cuadras del Teatro Municipal (punto neurálgico de la localidad), unas 9 señoras sentadas en reposeras y sillas saludan a la gente que pasa por la vereda. La hinchada las alienta. “ABUELAA, LA LA LA LA LA”.

Los comercios aprovechan y abren sus puertas para vender alcohol, algunos antes de horario. Posiblemente durante estas horas los números de los comercios hayan experimentado mejoras sutanciales. Existen estudios de economía que sugieren que ganar la copa del mundo mejora la economía del país en un 0,25% aproximadamente. Los bares, confiterias y estaciones de servicio cierran las puertas y clausuran los baños, lo cual provoca que en algunos de estacionamientos y árboles se generen charcos de orina que por supuesto inundan de olor las veredas. Pero eso solo es una parte de los festejos. En los balcones de los edificios algunos vecinos sacan los parlantes y musicalizan las calles. Un flashback de los “boliches en balcones” pandémicos.





La misma imagen se repitió en todos los rincones de la provincia. En La Plata, capital de la provincia, hasta altas horas de la madrugada estuvo colmada de hinchas que festejaron pacíficamente y compartieron la algarabía en las redes sociales.

En el conurbano se pudieron ver camiones pintados de celeste y blanco con gente arriba. En La Matanza un niño se disfrazó del arquero Emiliano “Dibu” Martinez, bailando después de los penales atajados a los franceses.

Así las cosas, la celebración de Argentina campeón del mundo quedará en la memoria emotiva de todo el pueblo durante varias décadas. Una alegría que no sentíamos desde 1986, que muchas generaciones no conocían y que hoy es una realidad gracias a Lionel Messi, Lionel Scaloni y los 26 jugadores. 





EL GOBIERNO NACIONAL DECRETÓ FERIADO EL MARTES PARA FESTEJAR CON LA SELECCIÓN

El gobierno nacional resolvió decretar feriado el martes 20 para que la gente acuda al obelisco en el centro de Buenos Aires para recibir a los jugadores de la selección nacional de futbol, con excepción de las entidades bancarias y de recaudación de impuestos. Tras varias horas de deliveración, el gobierno nacional resolvió que el día no laborable sea el martes y no el lunes, debido a que el seleccionado nacional llegará el martes a la madrugada al aeropuerto de Ezeiza. 

Asi los transportes en el AMBA funcionarán con horario de feriado.