La celebración por la gloria eterna

Las versiones sobre el operativo de seguridad en el festejo popular más masivo de la historia

Durante los festejos con el seleccionado nacional por la obtención de la Copa del Mundo la cantidad de gente superó con creces al volumen de las movilizaciones por el regreso de Perón en 1973 y otras marchas históricas. El seleccionado no pudo llegar al obelisco ni a la Casa Rosada, pero sobrevoló la ciudad en helicópteros durante unos minutos.

Por Juan Vera Visotsky

La celebración por la obtención de la tercera copa del mundo fue la más masiva de la historia del país. Foto: Rodrigo Abd


Cinco millones de personas según las estimaciones fueron las que se agolparon en el corazón del AMBA para festejar la Copa del Mundo que la selección Argentina conquistó en Qatar. Se trata ni más ni menos que de la movilización popular más masiva de la historia del país.

Ya en horas de la mañana muy temprano había personas que habían acampado durante al menos una noche en la 9 de julio y en la autopista; sin mencionar la peregrinación que se produjo la noche anterior cuando estaba por llegar el avión con los jugadores de la selección nacional.

La caravana que trasladó a los jugadores del seleccionado nacional partió desde el predio de Ezeiza a las 11:15 del mediodía y apenas pudo avanzar poco más de 15 kilómetros en 3 horas, ya que una enorme cantidad de personas se agolpaban sobre el colectivo y cortaba la autopista. Mientras tanto, en la Ciudad de Buenos Aires cientos de miles de almas recorrían las calles y veredas con camisetas Argentinas. Las camisetas llevaban en su dorsal la 10 de Messi, pero también rankearon alto la 9 de Julián Alvarez, la 11 de Di María, la 13 del Cuti Romero.

La autopista Ricchieri, que conecta con la General Paz que ingresa a la Capital Federal, fue el único lugar que el colectivo pudo avanzar, siempre escoltados por personal policial de la provincia de Buenos Aires, al mando de Sergio Berni.  Según pudo saber NuevaBA la policía bonaerense desplegó un operativo de 3400 hombres y mujeres desde las 05 hs del día lunes en Ezeiza y predio de AFA. Luego del arribo de la selección al aeropuerto Internacional a las 03 de la mañana del martes, Berni se reunió con “Chiqui” Tapia para trazar detalles del operativo.

El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, comandó el operativo de seguridad de la caravana durante 15 km. Foto: Gustavo Gavotti


Según relataron desde el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, tras el inició de la caravana por Richieri hasta la Gral. Paz no hubo inconvenientes, y las imágenes y videos de los jugadores sobre del colectivo saludando a los 3 millones de bonaerenses que se acercaron con la copa mundial y bebidas alcohólicas así lo confirman. “En el límite de la gral paz alguien decidió que sigan, pero nosotros no tenemos jurisdicción”, dijeron a este portal desde la cartera que conduce Berni, dando a entender que a partir de ese momento la responsabilidad recayó sobre la Policía Federal (Nación) y la Policía Metropolitana. (CABA).

La versión de la provincia cobra sentido si se tiene en cuenta la crítica que realizó vía Twitter el presidente de la AFA, Claudio Tapia, que pasadas las 3 y media de la tarde escribió lo siguiente.”No nos dejan llegar a saludar a toda la gente que estaba en el Obelisco, los mismos organismos de Seguridad que nos escoltaban, no nos permiten avanzar. Mil disculpas en nombre de todos los jugadores Campeones. Una pena

Media hora después, Tapia hizo una aclaración y agradeció a Berni por el trabajo durante el operativo en territorio bonaerense, ante lo cual el ministro respondió agradeciendo el elogio y extendiendolo al personal de las fuerzas de seguridad de la provincia.

 

Ante esta situación los que quedaron expuestos fueron los encargados de las carteras de Seguridad de la Nación y de la Ciudad de Buenos Aires. Al respecto, Anibal Fernández dijo en declaraciones a la prensa: “Yo tomé la decisión de sacarlos en helicópteros porque ‘no se podía avanzar’. Sabíamos que en algún momento íbamos a tener que hacerlo, por eso los teníamos preparados”.

Luego el ministro continuó con sus críticas: “Lo que le planteé a Tapia (a la mañana en el predio de Ezeiza) fue que nosotros ni loco acompañábamos que fueran al Obelisco. Miren las fotos, pongan en el medio al micro y se van a dar cuenta de que se iban a quedar a vivir ahí seis días, ni loco íbamos a entrar nosotros hasta el Obelisco, tenía que ser un trayecto periférico para poder salir”, argumentó Fernández.

Por otro lado, el que no se pronunció hasta el momento fue el ministro de Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro; quién estuvo a cargo del operativo en territorio capitalino. Ni él ni su jefe político, Horacio Rodríguez Larreta hicieron declaraciones públicas sobre lo sucedido con el operativo del colectivo. Únicamente se refirió a las pintadas en el obelisco y la posterior represión a hinchas que estaban en el centro durante la tarde noche.

 

La decisión de frenar la caravana y subirse a helicópteros se habría tomado luego de que dos hombres se arrojaron desde un puente por el que pasó el vehículo hasta el techo del mismo. Uno de ellos cayó sobre los jugadores, fue reducido y apartado del colectivo; mientras que el otro cayó al vacío justo cuando el micro terminó de pasar por el puente. Según se supo después, el sujeto quedó herido y fue asistido en una ambulancia.

Lo cierto es que organizar y coordinar un operativo de seguridad en un evento con más de 5 millones de personas en las calles es por demás un trabajo que hubiera excedido cualquier planificación. Otra certeza es que los festejos no terminan acá, sino que seguirán en cada una de las localidades de la que son oriundos los campeones del mundo.


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