Se realizó el festival Argentina Vuela

Pilotos de la Fuerza Aérea Argentina convocaron el fin de semana la atención en la nueva edición de Argentina Vuela con exhibiciones de vuelo y hasta simulacros de combate, stands y museos, en el evento que comenzó el viernes pasado y reunió a gran cantidad de familias en la Base Aérea de Morón, en el oeste del conurbano bonaerense.
 
El sorpresivo "verano", con térmicas que rondaron los 26 grados en pleno julio, fue el escenario del segundo día de Argentina Vuela, que se desarrolló desde el viernes ya hasta ayer domingo entre las 10 y las 17 horas, con entrada libre y gratuita, y propició que los visitantes hicieran picnic sobre mantas y los niños corrieran en el predio con aviones de telgopor de colores. Infantes, adultos y mayores disfrutaron al sol de pasajes a baja altura de aeronaves y simulacros de ataque, mientras recorrían el predio o almorzaban sánguches y gaseosas en lonas y reposeras sobre el césped. 
 
El evento que cerró con el ministro de Defensa, Jorge Taiana celebró el 111° Aniversario de la Fuerza Aérea Argentina, que se conmemora el 10 de agosto. Al mediodía, las personas gritaban "¡Una más!" y "¡No hay quien pueda!" levantando los brazos para saludar al A4-AR Fightinghawk, mientras escuchaban por parlantes el saludo del capitán Palacios, el piloto de la aeronave que acercaba todo lo posible al suelo, confundiendo al público con un posible aterrizaje, para luego continuar rápidamente su vuelo.
 
A lo largo de la jornada, los aviones sobrevolaron la zona oeste para realizar su performance en la pista de Morón, la mayoría operando desde la Brigada Aérea de El Palomar. Además de las exhibiciones en vuelo, los visitantes pudieron observar stands y carpas que distintos organismos, empresas y asociaciones civiles montaron para compartir sus trabajos, al tiempo que hacían una una fila de más de 300 metros para ingresar al Hércules C-30, que participó durante la Guerra de Malvinas, y verlo desde adentro.
 
Otra atracción convocante para los visitantes es el Museo Nacional de Aeronáutica, donde se exhiben aeronaves fabricadas en Argentina, Estados Unidos, Holanda, Italia, Francia, Israel y Reino Unido, junto a máquinas que tuvieron presencia en la Guerra de Malvinas.
 
Entre ellos se encontraban el Guaraní II, de origen argentino, que en 1965 se convirtió en el primer avión construido íntegramente en América Latina que cruzó el Océano Atlántico; y el Dassault Mirage III EA, el cual formó parte de "El Escuadrón Mirage", que se desplegó en la IX Brigada Aérea de Comodoro Rivadavia y Río Gallegos en el conflicto del Atlántico Sur.

A lo largo del predio, donde las personas podían comprar comida y bebidas en distintos puestos, se desplegaban stands y carpas con información sobre distintos trabajos aeroespaciales, y donde pilotos podían brindar su experiencia.
 
"Este día es muy importante para nosotros porque es la demostración de lo que podemos hacer, nuestra capacidad, nuestros aviones y qué funciones tenemos al público en general y acercarnos a ellos", dijo a Télam el primer teniente Rafael Caeiro, parte de la Escuela de Aviación Militar. Para él, manejar una aeronave es "una satisfacción muy grande" y confesó que es "indescriptible transmitir esa experiencia".
 
Desde la Escuela realizaron dos demostraciones, una con maniobras básicas y otras de simulacro de combate, que al momento de realizarse las personas se acercaron corriendo para observar con detenimiento, algunas de ellas usando binoculares.
 
La alférez cordobesa Helena Pérez, que fue destinada en la 2° Brigada Aérea de Paraná, en Entre Ríos, compartió, en diálogo con Télam, que si bien actualmente hay pocas mujeres en las Fuerza y en la aviación, "estamos en proceso de ser cada día más". "Este día particularmente para nosotras, las mujeres, es muy emocionante porque también vemos muchas nenas, chicas de todas las edades que se acercan a preguntar cómo son las vivencias diarias, cómo es la formación y demás", contó.