Kicillof, a fondo: presentaron el petitorio en el Ministerio de Economía de Nación

Fue junto a funcionarios provinciales y prácticamente todos los intendentes oficialistas de la Provincia, sin grieta interna. “Reclamamos en nombre de los 17 millones de bonaerenses que son damnificados por los recortes ilegales del Gobierno nacional” dijo.



Este martes fue una jornada de mucha actividad para el gobernador. En una nueva muestra de que es uno de los principales opositores a la gestión Milei, se mostró con prácticamente todos los intendentes del oficialismo y su gabinete para presentar un petitorio en el Ministerio de Economía donde pide el pago de una deuda de más de 6 billones de pesos y la reactivación de un centenar de obras financiadas por Nación en territorio bonaerense.
 
Además, muestra otro paso del hartazgo del gobierno provincial en tiempos de motosierra: a horas de dar a conocer la suspensión de los viajes de egresados y el plan Conectar Igualdad bonaerense, la gestión bonaerense dio otra muestra de que viene “al límite” e incluso sumó a los intendentes, prácticamente todos con las cuentas en rojo.
 
Este petitorio es un paso más que damos tras no haber recibido ninguna respuesta ante los múltiples reclamos realizados por los fondos que el Gobierno nacional le quitó ilegalmente a nuestra provincia”, dijo Kicillof en la Casa de la Provincia en Capital Federal junto a la vicegobernadora Verónica Magario, integrantes del gabinete provincial e intendentes bonaerenses.
 

Los intendentes firmaron el petitorio y va “más allá de cualquier cuestión partidaria, porque la hicimos en nombre de los 17 millones de bonaerenses, que son los principales damnificados por estos recortes despiadados e ilegales”.


 
“No se trata de fondos discrecionales u optativos, sino de recursos que están reflejados en normas, leyes y presupuestos, y que el presidente Javier Milei ha decidido cortar de forma unilateral y arbitraria”, remarcó.


 
Nuevamente, desglosó de qué se compone la deuda total que alcanza los 6 billones de pesos: comprende transferencias de ANSES a la caja provincial, del Fondo de Fortalecimiento Fiscal Municipal, de Incentivo Docente (FONID) y de Compensación del Transporte Público de Pasajeros. Además, incluye saldos de obras de infraestructura comprometidas; retrasos o discontinuidad de programas como FINES, Conectar Igualdad y Potenciar Trabajo; y otras deudas vinculadas al Servicio Alimentario Escolar (SAE) y el Módulo Extraordinario para la Seguridad Alimentaria (MESA).
 
Kicillof trazó un paralelismo con los años 90’ en el cual ve, de forma idéntica “quieren transferir a las provincias responsabilidades y obras que han sido paralizadas, pero sin los recursos necesarios para reactivarlas y llevarlas a cabo”. De todas maneras, dejó en claro que “vamos a reclamar el traspaso de obras estratégicas, pero de ninguna manera seremos cómplices de la deserción del Gobierno nacional: este reclamo incluye también la terminación de todas las obras en los 135 municipios bonaerenses”.


 
“A seis meses de haber asumido, ya está claro que el resultado de estas políticas es calamitoso”. “Estamos frente a una estafa electoral fenomenal: decían que el ajuste lo iba a pagar la casta, pero para ver sobre quién está pesando solamente hay que ir al supermercado, a la farmacia o la estación de servicio”, indicó y resaltó: “Allí van a ver que el ajuste de Milei lo está pagando nuestro pueblo”.


 
En el mismo tono que en todos sus actos desde la asunción de Milei –uno de los jefes comunales presentes admitió a NuevaBA que al mandatario bonaerense se lo vio sereno, pero con una firmeza y un fastidio importante- dijo que “estamos ante un plan de ajuste convencional, como hemos visto muchas veces en la Argentina, con la particularidad de que es más veloz y despiadado, sin ningún tipo de contención para proteger a quienes más están sufriendo”, manifestó y agregó: “El presunto superávit fiscal que quieren construir se da en base a los tarifazos, el ajuste a los jubilados, el recorte de la obra pública y las transferencias a las provincias”.
 
A sabiendas de que no podrá participar dado su viaje para reunirse con el Papa Francisco, Kicillof convocó al Congreso para manifestarse en contra de la Ley Bases: “no tiene un solo artículo que beneficie a nuestro pueblo y encima pretende darle superpoderes a este Gobierno para profundizar sus políticas”.
 

“Es por eso que la provincia de Buenos Aires en su conjunto convoca a la marcha que se va a realizar a partir de las 10 de la mañana en la plaza de los dos Congresos: necesitamos que pare esta locura porque están destruyendo todo”, concluyó.


 
Oficialmente, informaron que estuvieron presentes los ministros de Gobierno, Carlos Bianco; de Infraestructura y Servicios Públicos, Gabriel Katopodis; de Justicia y Derechos Humanos, Juan Martín Mena; de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque; de Salud, Nicolás Kreplak; de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, Augusto Costa; de Transporte, Jorge D´Onofrio; de Economía, Pablo López; de Seguridad, Javier Alonso; y las ministras de Hábitat y Desarrollo Urbano, Silvina Batakis; y de Mujeres y Diversidad, Estela Díaz.


 
Asimismo, participaron la jefa de Asesores del Gobernador, Cristina Álvarez Rodríguez; el director general de Cultura y Educación, Alberto Sileoni; la secretaria general de la Gobernación, Agustina Vila; la presidenta del Instituto Cultural, Florencia Saintout; el titular del Banco Provincia, Juan Cuattromo; el director ejecutivo de ARBA, Cristian Girard; el asesor general de Gobierno, Santiago Pérez Teruel; y el asesor del gobernador, Agustín Simone.



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