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- 07.11.2024
VILLA GESELL
El Gobierno bonaerense declaró el Estado de Emergencia por 30 días
El objetivo de la medida es suministrar “ayuda inmediata” a los damnificados por el derrumbe del hotel Dubrovnik. De esta manera, "se acelerarán las tareas de asistencia, se ejecutarán obras y se proporcionarán recursos” al Municipio que conduce Gustavo Barrera, por medio de acciones concretas.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, declaró el Estado de Emergencia por 30 días en Villa Gesell, con el objetivo de suministrar “ayuda inmediata” a los damnificados por el derrumbe del hotel Dubrovnik. Esta medida permitirá “acelerar las tareas de asistencia, ejecutar obras y proporcionar ayuda y recursos” en forma inmediata al Municipio, por medio de acciones concretas que “mitiguen la gravedad” de la situación.
“Esta declaración permite al Poder Ejecutivo disponer de medidas excepcionales en situaciones de desastre, como incendios, inundaciones y otras emergencias, posibilitando la ejecución de obras y acciones necesarias de manera inmediata”, informó un comunicado publicado por el municipio de la ciudad costera. Con esta iniciativa, el gobierno bonaerense “podrá realizar contrataciones, efectuar gastos y tomar decisiones urgentes” para resolver o “reducir las consecuencias del desastre”, evitando además que la situación se agrave.
“Las tareas de rescate han continuado de manera sostenida durante ocho días. Los equipos de emergencia mantienen la búsqueda de la última víctima, Dana Desimone, mientras retiran escombros que serán analizados para avanzar en la investigación. Desde el primer momento, todos los recursos y áreas municipales estuvieron abocados al operativo, así como al acompañamiento y cuidado de familiares de las víctimas y de todo el personal involucrado”, concluyó.
La medida fue publicada en el Boletín Oficial, mediante el decreto 2624/24, en el marco de la Ley 11.340.
A una semana del derrumbe trágico, en las últimas horas los rescatistas encontraron los cuerpos de tres de los trabajadores bajo los escombros del Apart Hotel Dubrovnik, en Villa Gesell, y con este hallazgo son siete los muertos a causa de la catástrofe pero sigue la búsqueda de Dana Desimone, la última persona que todavía no fue localizada.
El martes se anunció el hallazgo del cuerpo de Javier Gutiérrez, un carpintero de 54 años, y también los de dos plomeros, Mariano Troiano, de 47, y Matías Chapsman, de 28. Finalmente encontraron el cadáver de Ezequiel Matu, de 38 años, otro empleado del lugar. Todos fueron localizados en el mismo sector del edificio.
Así, sólo falta encontrar bajo los escombros a Dana Desimone, una joven de 28 años que vivía en el lugar. La chica residía allí porque era novia de Nahuel Stefanic, sobrino de la ex dueña del complejo, María Rosa Stefanic, ambos fallecidos.
La joven vivió durante su infancia en la localidad bonaerense de Lomas de Zamora, donde hace algunos años lanzó su emprendimiento de pastelería llamado Lucky. Luego llevó el mismo negocio a Villa Gesell, donde continuó con sus trabajos de cocina. A la vez trabajaba junto a su pareja en el Hotel Dubrovnik.
El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, dio detalles sobre la búsqueda de Dana: “Llegamos a la habitación y a todo ese segmento, pero no la encontramos. Ahora estamos trabajando en la salida de las habitaciones que dan a los pasillos”. El funcionario bonaerense también aclaró que se especula que al momento del derrumbe la joven se encontraba en otro sector del hotel, motivo por el que aún no fue ubicada.
En las últimas horas habló María Josefa Bonazza, la única persona que pudo ser rescatada con vida tras el derrumbe del hotel Dubrovnik en Villa Gesell, quien contó cómo vivió el momento del colapso. “Lo único que me hice, además de excoriaciones por todos lados, es una fracturita muy chiquita en el radio de la mano derecha, pero estuve aplastada por las vigas terribles que no se podían mover. No me fracturé nada”, relató en un mensaje de voz.
La mujer comentó que su esposo fue una de las víctimas fatales: “Por suerte pude mantener la calma a pesar de lo que sabía que le había pasado a mi marido, porque sentí que fue instantáneo lo de él, pobrecito. Me queda el consuelo que no debe haber sufrido mucho. Estuvimos 48 años felices”.
“De las cosas materiales no hay que preocuparse, después de que uno vive una tragedia como la que yo he vivido y de la que he podido sobrevivir, les digo que hay que centrarse en los afectos, en las cosas que nos hacen bien y no preocuparse tanto en las cosas materiales”, concluyó.
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