Kicillof volvió a unificar por un rato la tropa peronista en el acto por la Vuelta de Obligado

En el marco del Día de la Soberanía, el gobernador Kicillof encabezó el acto realizado en San Pedro para recordar la batalla de la Vuelta de Obligado. Hubo unión de la tropa peronista al menos en cierta representatividad, y el rechazo a Milei predominó la actividad.
 
Todo, en el marco de las internas bonaerenses del peronismo. Kicillof tiene una fórmula para mostrar al espacio unificado: su gabinete. Acompañado en el escenario principal por la vicegobernadora Verónica Magario y el intendente de San Pedro, Cecilio Salazar, hubo presencia de dirigentes tanto de La Cámpora como del Frente Renovador, dos de los tres espacios más representativos hoy del peronismo.
 
¿Cómo fue esa representación? Estuvo Nicolás Kreplak (ministro de Salud) y el ministro de Transporte Jorge D’Onofrio. Además, estuvieron los intendentes renovadores Javier Osuna (Las Heras), Miguel Gesualdi (San Andrés de Giles) y Javier Gastón (Chascomús). El gabinete de ministros dijo presente en su totalidad, y hubo una importante presencia de intendentes del conurbano y el interior más allá de los mencionados.
 

Con una fuerte reinvidicación a Juan Manuel de Rosas, el intendente del distrito sanpedrense deseó –en una fuerte frase ante las presencias- que “ojalá que el peronismo logre la unidad que pregona el gobernador”.

 
A su turno, el gobernador Kicillof destacó la importancia de la soberanía nacional y cuestionó con dureza las políticas del liberal libertario Milei. Allí, el mandatario recordó la Batalla de la Vuelta de Obligado y su significado histórico, al tiempo que vinculó la defensa de la soberanía con los desafíos actuales en el ámbito político y económico.


 
El mandatario provincial resaltó el valor de la lucha librada en el Paraná en 1845, calificándola como una de las gestas más importantes de la historia argentina. “Las potencias querían imponer la libre navegación de los ríos para saquear a los argentinos. Lo llamaban ´libres´, pero era para hacernos esclavos”, expresó, trazando un paralelismo con lo que definió como intentos contemporáneos de subordinación económica y política. Kicillof enfatizó “la necesidad de proteger la industria y el trabajo nacional” frente a lo que consideró como “políticas de entrega por parte del Gobierno nacional”.
 
En el ámbito internacional, el gobernador cuestionó la decisión de Milei de rechazar el ingreso de Argentina a los BRICS, un bloque que representa una parte significativa de la economía global. “Hay que ser necio para hacerle tanto daño a nuestro país. Ni bien podamos lo vamos a revertir; Argentina tiene que mantener su tradición de multilateralismo y soberanía en las relaciones exteriores”, afirmó. Asimismo, criticó la intención de asociarse globalmente con la OTAN, destacando que esa decisión rompe con décadas de neutralidad y paz en la política exterior argentina. “Desde la provincia de Buenos Aires defendemos la paz y la neutralidad de nuestro país”, subrayó.


 
Kicillof también se refirió a la postura del Gobierno nacional respecto a la cuestión Malvinas. Acusó a Milei de mantener una actitud pasiva frente a acciones británicas en el Atlántico Sur, señalando su silencio ante la visita de un funcionario del Reino Unido a puerto argentino y ante ejercicios militares en las islas. “Las Malvinas fueron, son y serán argentinas, y eso hay que afirmarlo todos los días desde la acción de gobierno”, concluyó, aludiendo al compromiso histórico de reivindicar la soberanía sobre el archipiélago.